United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su santo celo no fué inútil, porque antes de un año la ermita de Animalejos era uno de los santuarios más concurridos y venerados de toda Castilla la Vieja, á lo que contribuyeron los muchos beneficios que por intercesión de San Isidro y la del mismo Traga-santos habían obtenido de Dios en tan corto tiempo los devotos.

Arañas, insectos ó aradores de las nieves, todos estos animalejos deben de conocer el hambre, y quizás los diversos fenómenos de su vida se verifiquen con extraordinaria lentitud. En ese imperio de la escarcha, las crisálidas deben permanecer mucho tiempo entumecidas en su sueño de aparente muerte.

Traga-santos confió estos disgustos é inconvenientes al señor Cura Párroco de Animalejos, que era hombre de mucho consejo, y le pidió el suyo para salir de los apuros en que los devotos le ponían á él, á San Isidro y á Dios mismo. Tío Traga-santos le dijo el Párroco, ésas son cosas muy delicadas para hombres de tan poco entendimiento como nosotros.

Pero estos inicuos animalejos le habían declarado una guerra cruel; no perdonaban medio de molestarle y exasperarle, consiguiendo á veces ponerle en un estado de irritación vecino de la locura. Los rasgos sobresalientes de su carácter eran la honradez y la independencia. Mas no dejaba de ser afable con todo el mundo y se dejaba acariciar de cualquiera, aunque sin hacer aspavientos.

Hasta sintió en su cogote el roce de varios animalejos que parecían haberse librado casualmente por unos milímetros de morir aplastados. Voy á pasar la noche en numerosa compañía se dijo Edwin . ¡Y yo que me imaginaba esta tierra como un desierto!... Mañana, indudablemente, presenciaré cosas extraordinarias y podré explicarme los misterios de esta noche. ¡Ahora, á dormir!

El tío Traga-santos fué oyendo á unos y á otros, y como no tenía cara para negar nada á nadie, y de unos y otros había recibido limosna para reedificar la ermita de San Isidro, fué diciendo á todos amén, imitando al devoto del cuento del señor Cura, pidiendo al Santo que hiciera lo que le diese la gana: creyó haber encontrado, en lo posible, aquel medio, que consistía en pedir á San Isidro que no lloviese tanto como querían los de Barbaruelo ni tan poco como querían los de Cabezudo y los de Animalejos.

Milagrosamente se habían librado de morir aplastados al incrustarse entre la arena y el arco del zapato. Daban gemidos como si hubiesen sufrido graves lesiones interiores, pero el susto era en ellos tal vez más grande que las heridas. Gillespie, que había tomado estos dos animalejos entre sus dedos, los subió á su rostro, colocándoselos entre ambos ojos.

Los vecinos de Animalejos, poco peritos en efemérides histórico-religiosas, decían que la ermita se arruinó en el primer tercio del siglo XVI, con motivo de la guerra de las Comunidades, que tantos desastres causó en Castilla la Vieja, y aun en Castilla la Nueva; pero los vecinos de los pueblos cercanos les daban matraca llamándoles, no se sabe por qué, «los que arcabucearon al Santo»; insulto que sacaba de sus casillas á los animalejeños y daba ocasión á tremendas palizas.

El pensamiento del infierno cruzó el primero su mente, mas se distrajo en seguida mirando el feísimo papel verduzco que tapizaba las paredes, cruzado de arriba abajo por guirnaldas de flores, entre las cuales se entrelazaban largas ristras de micos que subían hasta el techo en actitudes grotescas, dándose todos las manos: pareciéronle diablillos aquellos feos animalejos y púsose a contarlos uno a uno, haciendo para seguirlos esfuerzos increíbles con la vista, y contando en todo lo que con ella abarcaba más de quinientos veinte...

Terminóse al fin el almuerzo y Currita salió del comedor del brazo de su prima, llevando en la mano un platito de porcelana con migas de pan, para dar de comer a los pececillos de colores que en una magnífica pecera de cristal y bronce dorado adornaban una de las galerías... La enamoraban a ella aquellos animalejos de colores tan brillantes, y la pesca era, entre los placeres del sport, el que más emociones le causaba.