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Cuando reprochó a su madre su exceso de desconfianza, se conocía mal. A su vez él la abrigaba también hasta el punto de quedar impasible, correcto, ante tanta aflicción.

Mientras tanto, los jóvenes esposos se buscaban, se encontraban bien cuando estaban juntos y daban las gracias desde el fondo de su corazón a los que les impedían estar solos. El círculo de amigos que se sentaban alrededor de ellos, abrigaba su amor, como los grandes obreros que rodean los vergeles de Normandía protegen la floración de los manzanos.

La fiesta fué celebrada debidamente, y tanto el Obispo como los amigos que acudieron a nuestra invitación, se hicieron lenguas de la hermosura y riqueza de mi colección. Pero yo prestaba escasa atención a tales elogios, embargada mi mente con el enigma y las sospechas que abrigaba contra don Guadalupe Robles.

Pepe, dominando cuantos resentimientos abrigaba contra su hermano y dando tregua al encono, como si aún fuera posible devolver a la casa la tranquilidad perdida, no hizo caso de aquellas palabras ásperamente pronunciadas. Óyeme, Tirso: vamos a ver si es posible que tengamos paz.

Los médicos diferían sobre la causa del mal, pero ninguno se atrevió a responder de la curación. El señor Le Bris había perdido la cabeza como un capitán de barco que encuentra un banco de rocas a la entrada del puerto. El señor Delviniotis, más tranquilo, aunque no había podido menos que llorar, abrigaba tímidamente un resto de esperanza.

Luisa, sentada al lado de su padre, miraba a éste con una inefable ternura; diríase que la joven abrigaba el temor de no verle más; sus irritados ojos revelaban que por ellos habían corrido abundantes lágrimas. Hullin, aunque estaba sereno, parecía algo intranquilo.

Quizá consistiera en que cuando ella lo pedía abrigaba el convencimiento de que no había peligro de muerte, mientras que ahora comprendía que las cosas se habían puesto verdaderamente graves. Doña Gertrudis se sometió, reflejando en el rostro gran abatimiento. Cuando llegó el sacerdote dejáronla sola con él, y salieron todos de la sala.

Tenía miedo a aquellos ojos iracundos, en los que podría leer seguramente el relato de cuanto había hecho por la tarde; pero al mismo tiempo abrigaba el propósito de desobedecer a su madre, oponiendo a su energía una resistencia glacial. Apenas terminó la serenata, se metió en su cuarto, huyendo de toda explicación con doña Bernarda.

El segundo curioso incidente consiste en el escrúpulo de conciencia que llegó á sentir por la prosecución de estas inteligencias, que consideraba «las de su verdadera vocaciónUn confesor italiano desvaneció aquél, diciéndole que, por los deseos de venganza que abrigaba contra su antiguo señor, pecaba mortalmente; pero que tratando, como Consejero del Rey de Francia y como católico, del bien general de Europa, considerados los fines que se proponía, su inteligencia con Estados heréticos no sólo era excusable, sino altamente meritoria .

Bastaba, pues, a doña Luz, para estar profundamente agradecida a D. Acisclo, la firme persuasión que abrigaba, de que con otro cualquier administrador de por allí, la ruina de su padre hubiera sido diez años más pronto, y ella no se hubiera criado como una dama elegante, en el seno del bienestar, con aya inglesa, y con todos los cuidados debidos.