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Este señor Aviraneta fue el que después adquirió celebridad fingiéndose carlista para penetrar en los círculos más familiares de la gente facciosa y enredarla en intrigas mil, sembrando entre ella discordias, sospechas y recelos, hasta que precipitó la defección de Maroto, preparando el convenio de Vergara y la ruina de las facciones.

En seguida tuvo vergüenza de este grito del corazón, eco fiel de su inconsciente egoísmo, y trató de colorear su defección a sus propios ojos. Ciertamente, hubiera querido casarse con Liette; ¿pero podía? ¿Era digno y leal asociarla a un porvenir precario después de haber hecho brillar ante ella un espejismo engañador?

Y si bien es cierto que á poco la Guayana se retractó de su primer acuerdo mandando presos á la metrópoli, á la Habana y Puerto-Rico á los adictos al nuevo órden de cosas, por otra parte, el reconocimiento hecho por Mérida del gobierno establecido en la capital, separándose de Maracaibo con noble entusiasmo, compensó en parte semejante defeccion.

Querida mía, si usted no hubiera venido, Martholl habría pasado la noche entre las cortinas. ¡Hace más de una hora que se ocultaba bajo las mamparas, acechando a los que llegaban, y como no la veía entrar a usted, empezaba a poner una cara!... ¡No es muy amable para nosotras semejante conducta! protestó Juana, igualmente indignada de la defección de un compañero tan envidiable.

Un historiador francés, queriendo atenuar el desastre de los suyos, ha escrito que la defección ocurrió durante la batalla: pero esto es falso. Lo peor es que otro historiador, no francés, sino español, lo ha repetido con lamentable ligereza, faltando así a su patria y a la verdad, que es superior a todo.

Conmovida más profundamente de lo que hubiera deseado, permaneció largas horas despierta, gozando unas veces en hacer revivir los incidentes que le habían revelado la pasión de Juan, y desolada en seguida y llena de remordimientos ante la idea de lo que creía ser su defección respecto a Huberto. Muy adelantada estaba la noche, cuando le pareció oír gemidos.

Nombramiento de Miranda como jefe del ejército. Sus actos. Constitucion de Venezuela. La capital del Estado. Monteverde. Sucesos de la época y posteriores á la llegada de este personaje. Molestar de la causa de Venezuela. Terremoto. Influencia de sus desastres unidos á los de la guerra. Defeccion de algunas ciudades. Suspension de la ley del Estado. Donativos. Proyectos de Miranda.

Ocupó Sexto Pompeyo la ciudad y César se vió obligado á cercarla. Era de un carácter benigno y generoso este soldado; mas, creyendo ver en este hecho una defeccion, cegó de cólera.

¡Usted ser mucho grande tonto! ¡Todo igual! Y se largó, asustado por su propia audacia. No obstante, a la mañana siguiente, apareció como siempre, dócil y sumiso, y no le recordé su defección.

María Teresa sintió que la inundaba una alegría indefinible; ¡por fin adquiría la prueba manifiesta de la defección de Huberto! Diana quedó confundida al ver el aire de alegría con que su prima recibía aquellas revelaciones. No se animó a servirle las frases de consuelo que traía preparadas, como buena persona que trata de curar las heridas que ha hecho.