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En cuanto a las sanguijuelas del país, que chupan la sangre del obrero, y en cuanto a todos nosotros, que no tenemos callosidades en las manos, Mariano creía aborrecerlos tanto como su maestro; pero lo que hacía era envidiarlos, pues la envidia suele usar la máscara del odio.

Pero como la obra sublime de la naturaleza se halla basada en el equilibrio, existen en aquellas regiones insulares dos familias de insectos dípteros, los asilidos y los impidos, que vienen á ser para todos los insectos dañinos lo que los milanos y gavilanes entre las aves, puesto que con su punta-aguijón chupan la sangre de las mariposas y larvas de que se alimentan.

El de la casa mira á su amigo con cierto aire de triunfo, y entrambos clavan los ávidos ojos en los pucheros, y entrambos alargan la diestra hacia ellos, y entrambos remojan el índice en la leche, aunque en distinto cacharro. Con igual uniformidad de movimientos retiran los brazos del arcón, míranse cara á cara y se chupan los respectivos dedos. ¡Güena está la leche! dice el de casa.

De donde es, que para darle algún alivio le chupan la parte lesa, ó también dan en el suelo grandes golpes con la macana alrededor del enfermo para espantar aquella alma y ahuyentarla. Con esto se queda el doliente como antes, si no es que por ventura sucede tal vez que sanan naturalmente.

Tire la primera piedra contra la culpada quien se considere inocente. Profundas raíces tiene en nuestro suelo el árbol de nuestra antiquísima y castiza cultura. Las semillas exóticas, aunque sean alimenticias y gustosas, y la mala hierba también venida de fuera, no ahogan dicho árbol, ni cercándole y abrasándole le secan y le chupan el jugo todavía; pero ya empiezan a deteriorarle un poco.

Convídela usted a comer con los papás, y pongo unos platos que se chupan los dedos, se entusiasman y para postre le regalan a usted la niña. ¿O será alguna de las antiguas? ¿Doña Purita, la que llegaba aquí en lunes y se marchaba en domingo, y venía su madre a traerle la muda? ¿La señorita Elisa, que le dejó a usted la mesa del despacho perdía de polvos de arroz? ¿La señora condesa...?

Malos bichos deben de ser ésos. No lo creas, Hans. Se dice que todos los pájaros les temen; pero no es verdad. Son utilísimos al hombre, pues acaban con muchos insectos dañinos que le chupan la sangre. A pesar de ello son muy perseguidos, según he oído decir dijo Hans. Es verdad.

Que sabe tienen artilleria, aunque pequeña, y usan de las armas de lanza y espada: que es mucho el número de gente, y visten camisa, y segun explican los indios, calzon de buchí y chupan, porque no saben explicarse.

28 Ella habita y está en la piedra, en la cumbre del peñasco y de la roca. 29 Desde allí acecha la comida; sus ojos observan de muy lejos. 30 Sus polluelos chupan la sangre; y donde hubiere muertos, allí está. 1 Además [de eso] respondió el SE

Las abejas, los zánganos, las mariposas y tantos insectos alados sin nombre que las chupan al calor del sol, se complacen revoloteando en el ambiente perfumado de la cañada, llena de vida, de movimiento y de zumbidos.