United States or Togo ? Vote for the TOP Country of the Week !


, señores; me sentía abochornado al pensar en las miradas socarronas y equívocas a que iba a verme expuesto, y de buen grado me habría echado atrás. Pero había llegado la hora. ¡Adelante, por la gloria! Ante todo, traté de ponerme buen mozo.

No me sentía abochornado en lo más mínimo, demasiado atontado y amodorrado, como estaba aún, para darme cuenta exacta de mi situación. Al principio, nadie notó mi presencia; porque, en las salas reservadas para los hombres, el humo de los cigarros era tan compacto que a tres pasos no se distinguían sino bultos confusos... Se jugaba fuerte.

Pareció adicto de corazon á la reyna, y hubiera deseado que Zadig se hubiera hallado entre los competidores á la corona; pero no merecen los hombres, añadió, tener un rey como Zadig. Abochornado este sentia crecer su dolor.

Volvió a petrificarse entonces don Simón; pero fue de abochornado al ver descubierta su ruin sospecha; y como para enmendarlo, respondió con grandes aspavientos: ¡Ah, señor Ministro! Me juzga usted muy mal. Ya usted sabe que cuanto soy y tengo está a su disposición. Muchas gracias contestó con sorna su excelencia . Pero, felizmente, no se trata ahora de eso, sino de todo lo contrario.

Mientras cenaron, endilgó Malespina nuevas mentiras, y pude observar que su hijo las oía con pena, como abochornado de tener por padre el más grande embustero que crió la tierra.

La primera que se levantó de la mesa fué la muger del magistrado, que se encerró en un gabinete inmediato para conferenciar con su director de almas, hombre eloqüentísimo, que con tal energía hubo de discurrir con ella, que volvió abochornado el rostro, humedecidos los ojos, la voz trémula, y los pasos vacilantes. Babuco entónces se empezó á rezelar de que tenia razon el genio Ituriel.

Tenía ocho días la chicuela... estaba acostada en su cama... sacudiendo sus piernitas... unas piernitas rollizas, verdaderos salchichones... y un traserito... ¡no le digo nada!... ¡Rayos y truenos! ¡Yo no me animé ya a levantar los ojos, tan abochornado estaba! La baronesa fingía no oír nada y Yolanda había salido de la pieza. En cuanto al viejo, éste reventaba de risa.

Pero ¿habla usted en broma o en serio? le preguntó Nieves, contristada con el tono y el ademán casi feroces de Leto. Pues ¿no ha conocido usted que es broma para distraerla de sus visiones? respondió éste fingiendo una risotada de mala manera, abochornado por su imprudente sinceridad . Lo que la repito en serio es que urge quitarse todas esas ropas mojadas.

Tristán dio las gracias repetidas veces sin poder disimular su embarazo. Estaba realmente abochornado por su intemperancia pasada. El caballero se volvió a su rincón y de nuevo reinó el silencio. Tristán creía notar que las dos señoras le miraban con desprecio y acaso no le faltaba razón. Poco después el generoso caballero se asomó también a la ventanilla.