United States or Guyana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Proceder á la aventura, abandonarse ciegamente á las inspiraciones del corazon, es exponerse á mancharse con la inmoralidad, y á cometer una serie de yerros que acaban por acarrear terribles infortunios. La ciencia es muy útil á la práctica. En todo lo concerniente á objetos sometidos á leyes necesarias, claro es que el conocimiento de estas ha de ser utilísimo, cuando no indispensable.

No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda.

Mi bisagüelo, Suero del Aguila, arriesgó la vida por ellos. Malaventurado yo replicó el Lectoral si he de cosechar esa espiga. ¿No será, ¡vive Dios! el orgullo, el aborrecible orgullo, fuente de tantos yerros y desgracias, lo que os hace desvariar de esta suerte?

Yo me confieso, señor, que sin enmienda a los pasados yerros cobré a vuestra orden los cien ducados en Gante del burgués Guillelmo Goffren: confiésome asimismo que sin mandato, ni contraseña de maese de campo, ni otro superior, con más arrojo que discreción los puse a lidiar, usurpando el título que no tenía de señor de ellos, en aquel negro negociado de palo y pinta.

El no haber dado crédito á los sabios consejos de los Misioneros y el admitir de nuevo públicamente la amiga, son la causa de esta mi sempiterna desventura, oid vosotros de buena gana la santa doctrina y poned en ejecución cuanto en bien de vuestras almas se os enseña, para que no vengais conmigo á llorar inconsolablemente en el infierno aquellas culpas y yerros que para borrarlos no me será bastante una eternidad de suplicios

Enternecióse Babuco, y dixo entre que si habia cometido algunos yerros este hombre, y por ellos le queria castigar el ángel Ituriel, bastaba con dexarle su cargo, sin exterminarle. Estaba razonando con el ministro, quando entró desatentada la hermosa dama en cuya casa habia comido Babuco, manifestando su rostro y sus ojos los síntomas del dolor y el enojo.

ZORAID. Yo soy El Alcaide de Coín. NARV. Ya tu enojo, y en fin, De por medio agora estoy. Deja, famoso Zoraide, Las armas, que esto ya es hecho. ZORAID. Por ti las dejo, a despecho De mi honor, famoso Alcaide. No pudieran venir ellos A otro sagrado mayor. NARV. Si éstos son yerros de amor, Ya viene el perdón con ellos.

No creo que persona alguna haya hecho observacion cierta de la longitud en estas partes, para que podamos fijar la diferencia de su meridiano: debiéndose atribuir los yerros de los geógrafos, que representan á este pais mas angosto de lo que es en realidad, á la dificultad de tener una cuenta exacta de las latitudes, en pasando el cabo de Hornos, por razon de la velocidad y variedad de las corrientes.

Este suceso llenó de regocijo á la ciudad de la Plata, y no fué de poca satisfaccion á sus ministros, porque todos creian que cortada aquella cabeza, pasase la inquietud, y que un hecho de esta naturaleza podia servirles de escudo para cubrirse de sus primeros yerros y desacreditar la conducta del Comandante militar: porque no solo habia concurrido á él, sino que tenia significado, no era conveniente en aquella ocasion, antes bien proponia se empleasen los medios políticos que eran mas oportunos en tan críticas circunstancias, en que se debia sacar todo el partido posible de la autoridad y fuerzas que ya habia adquirido el delincuente, en tanto se acopiaban armas y municiones para resistirle, motivos porque ocultaron su determinacion.

Sus dramas son extravíos, abortos de una imaginación delirante; pero menester es también declarar, para ser justos, que tales yerros sólo son propios de grandes poetas. Impulsado por su afición á lo extraordinario, Monroy se ha consagrado con preferencia á la pintura de pasiones atroces y de deseos criminales.