Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Preséntase el ángel y manda al mono que indique á Razonte los medios de hacer á Angélica suya; obedécelo el mono, presa de horribles convulsiones, y dice: «Sólo vencerás, si te vuelves loco como Cornágoras,» cayendo muerto después de pronunciar estas palabras.
Yo no me voy repitió. Y Celipín hablaba, hablaba, cual si ya, subiendo milagrosamente hasta el pináculo de su carrera, perteneciese a todas las Academias creadas y por crear. ¿Entonces vuelves a casa? preguntole al ver que su elocuencia era tan inútil como la de aquellos centros oficiales del saber. No. ¿Vas a la casa de Aldeacorba? Tampoco. Entonces ¿te vas al pueblo de la señorita Florentina?
Y todavía me quedan otras tres o cuatro. ¿Pero qué crees que contesta a mis proposiciones? «Madre, dice, si vuelves a acometerme con eso, conseguirás no volver a verme.» ¿Hase visto jamás? No faltaría más que una cosa: que, después de Marta, tomara todavía a su hermana, y entonces a su vieja y bondadosa madre no le quedaría más que morir. A propósito, ¿dónde se ha metido hoy la señorita?
La Humanidad es Dios, la Virgen y todos los santos juntos.... Tente, hombre, tente, que te vuelves loco.... Tan sólo saco en limpio que no habiendo buenas obras, todo es, como si dijéramos, basura... ¡Ay Dios, qué pena, qué pena...! Si me pones bueno á mi hijo, yo no sé qué cosas haría; ¡pero qué cosas tan magníficas y tan...! ¿Pero quién es el sinvergüenza que dice que no tengo apuntada ninguna buena obra?
Cuando te vuelves faltón, la menor palabra, cualquier gesto tuyo me sirven para leerte los pensamientos. ¿Y te parece que es poco dato el ver cómo me tratas a mí? Hasta la manera de entrar aquí es un dato.
¿Conque ahora mandas tú? le decía con sorna vaya, hombre, me alegro: pon un bando en el pasillo. ¡No! No saldrás sino cuando yo quiera; y, sobre todo, no vuelves a poner los pies donde has estado esta tarde. ¿Piensas que no sé a lo que vas? Eres mi hermana, ¿lo entiendes? y antes de que pierdas la vergüenza, seré capaz de ahogarte. ¡Uf! ¡qué miedo! Mañanita vuelvo si se me antoja...
¡Pero si no tienes nada que hacer, Melchor!, y aunque tuvieras, vente con nosotros y te vuelves después. Ahora no puedo, yo sé por qué lo digo. ¡Te inventas quehaceres, Melchor! Piensa que en tu casa están abatidos por tu conducta... que tu padre está enfermo... que Clota tiene derecho a exigirte que vayas... tú no puedes proceder así con esa niña. Ni ella tampoco conmigo.
Las provisiones no tardaron en llegar, y él las recibió de mal gesto, diciendo con enfado al mozo que las traía: «Por poco más te vuelves con todo, galápago, que tenía orden de mi Señor de no lo recibir si no llegaba luego, luego.» Apenas el mozo hubo vuelto las espaldas cuando el portero habló por la mirilla.
Y el joven al fin siguió adelante: y los monjes lo hallaron muerto al día siguiente, medio sepultado en la nieve; pero con la mano asida a la bandera, que decía: «¡Más alto!». Pues bien, Lucía: cuando no te me pones majadera, cuando no me haces lo que ayer, que me miraste de frente como con odio y te burlaste de mí y de mi bondad, y sin saberlo llegaste hasta dudar de mi honradez, cuando no te me vuelves loca como ayer, me parece cuando salgo de aquí, que me brilla en las manos la bandera.
Quiero que seas leal conmigo, como yo lo soy contigo. En cuanto te canses avisas... Aquí no me entres a ningún hombre, porque si algún día descubro gatuperio, me marcho tan calladito y no me vuelves a ver... Lo mismo haré si lo descubro fuera. Si te portas bien, no dejaré de protegerte, ni aun en el caso de que me fuera preciso dejarte».
Palabra del Dia
Otros Mirando