Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 27 de junio de 2025


San Juan Crisóstomo perdóneme el santo varón debió llegar a la santidad por la influencia desgraciada de algún desengaño amoroso. Si así fuera, debía ser más justo con nuestro sexo, ya que, gracias a los desvíos de alguna ingrata, pudo alcanzar su estado de perfección y de gloria eterna. Yo leo constantemente su definición de la paciencia, una de las principales virtudes de la mujer.

Estas Amazonas solo tienen un pecho ó teta: sus maridos van á verlas tres ó cuatro veces al año; si paren varon, se lo envian á su padre; si es hembra, la guardan, y le queman el pecho derecho para que pueda usar bien el arco y armas en las guerras con sus enemigos, porque son mugeres belicosas.

No dió la gente á sus palabras todo el crédito que deseaba; pero no obstante, combatidos sus ánimos de dos diversos afectos, de temor de que en la realidad fuese Mamaluco y del amor que le tenían, estaban tristes y melancólicos. Luego que el santo varón supo este enredo, les descubrió los fraudes del enemigo y procuró aquietarlos con buenas razones.

Se ha levantado, se arregla el solideo, echa atrás la capa. ¿Le conoce usted? Yo no. Ni yo. Oigamos qué dice. Dice que sería prudente adoptar una serie de proposiciones que tiene escritas en un papelito. Bueno: léanos usted ese papelito, señor cura. Parece que hablará primero. ¿Pero quién es? Parece un santo varón.

Condescendió con ellos de buena gana el santo varón, y dando orden al resto de su comitiva que le esperasen junto á los Cucarates con solos algunos pocos dió la vuelta hacia las dichas Rancherías, y en menos de dos días entró en aquellas tierras donde no halló ni aun una sola alma, porque la carestía había obligado á los paisanos á esparcirse por los bosques en busca de comidas; por tanto, fueron tras ellos los cristianos sin perder tiempo; mas los infieles, juzgándolos, ó enemigos ó indios Chiquitos, de quien se temen en gran manera, huyeron, hasta que desengañados, por haberse dado á conocer los nuestros, se pararon.

En el otro papel hallábase copiada esta cláusula del testamento de doña Leonor Manrique de la Cerda, repartiendo entre sus parientes un hábito de su primo hermano, el venerable padre fray Alonso de Luján, religioso capuchino: «Mi señora, la duquesa del Infantado, escoja la pieza que le pareciere, y otra se al conde de Salvatierra, y otra al conde de Montijo, y otra a mi sobrina doña Catalina, marquesa de Paracuéllar, y el cordón se al conde de Salinas, mi sobrino, que lo tenga y venere como cordón y reliquia de un tan venerable y santo varón como yo lo he tenido; y una cogulla que yo tengo del dicho padre fray Alonso mando también a mi señora duquesa, y le suplico la cuando a su excelencia le pareciere al conde del Cid, y la pieza que su excelencia escogiere, la al duque de Béjar, de cuya casa era muy devoto el dicho padre fray Alonso

2 En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había como edificio de una ciudad al mediodía. 3 Y me llevó allí, y he aquí un varón, cuyo aspecto era como aspecto de bronce, y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y él estaba a la puerta. Cuenta todo lo que ves a la Casa de Israel.

Pongamos por caso uno de los libros más sinceros y espontáneos que se han escrito: el Quijote. El alma hermosísima de Miguel de Cervantes se retrata en este libro como en claro y limpio espejo, probando, contra todos los documentos que pudieran hallarse, producirse é interpretarse en contra, que Miguel de Cervantes era un varón bueno.

En los días sucesivos la buena anciana no cesaba de hacer preguntas a Isidora acerca de sus planes, y perseverando en el proyectillo de colocarla ventajosamente, le decía una y otra vez: «Decídete pronto, pronto, a ser capellana, que es lo que te conviene, porque así matas de un tiro dos pájaros, verbo y gracia: que te colocas y que salvas el alma, porque en la compañía de aquel santo varón te harás, aunque no lo quieras, una santa mujer... ¡Ay qué pena, qué bochorno!».

Y aquel con quien va es el Marqués de Ayamonte, estirado título de Castilla y Zúñiga de varón; y no menos que él es ese que viene en ese coche, el Conde de la Puebla del Maestre, que tiene más maestres en su sangre que condes, mozo de grandes esperanzas, y lo fuera de mayores posesiones si tuviera de su parte la atención de la Fortuna.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando