United States or Jersey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tropezaba acá y allá con las gentes, como un caballo desbocado, las lanzaba un gran trecho ó las dejaba caer y seguía corriendo. En pocos momentos llegó al alcázar. Antes de llegar á él vió á Luisa y á Inés que iban envueltas en sus mantos. Pararon un momento. ¿A dónde vais? las dijo con acento amenazador. ¡A misa...! contestó temblando Luisa. ¡A misa! ¿en día de trabajo?...

Un ligero temblor corrió por todo mi cuerpo, y a toda prisa procuré alejarme de aquella escena. Corrí por la ciudad, haciendo inútiles esfuerzos para no escuchar el tañido de la fatal campanilla, y en todas partes tropezaba con la misma escena. Notaba que los transeúntes se miraban unos a otros con expresión de susto, y se hacían preguntas en tono bajo y misterioso.

El chino le explicó entonces que en aquella villa había una enfermedad, por desgracia muy común, que se llamaba cerdofalgia, y que consistía en la trasfiguración del hombre en cerdo. De ahí la inmensa cantidad de cerdos con que tropezaba en las calles.

Viendo a todo el mundo montar en los carruajes y partir, se me ocurrió que era necesario, a todo trance, buscar vehículo para trasladarme a Sevilla, porque pensar en que iba a hacer el viaje a pie a aquellas horas era un delirio. Miré con ansia a todas partes, a ver si tropezaba con alguno de los barbianes del cenador. No hallé ninguno. Se habían evaporado no por dónde.

Plácido Penitente, decía la voz, demuestra á toda esa juventud que tienes dignidad, que eres hijo de una provincia valerosa y caballeresca donde el insulto se lava con sangre. ¡Eres batangueño, Plácido Penitente! ¡Véngate, Plácido Penitente! Y el joven rugía y rechinaban sus dientes y tropezaba con todo el mundo en la calle, en el puente de España, como si buscase querella.

Cuando me tropezaba y no iba muy ocupada, solía detenerme y charlar conmigo, mostrándome siempre la misma compasión. ¡Las veces que me habrá llamado pobrecito aquella buena señora! ¿Qué clase de relaciones eran las que existían entre ella y D. Oscar? Si fuera a dar crédito a las insinuaciones y reticencias que había oído, el bendito señor era su amante.

Además, no pertenecía a la raza de los lechuguinos y petimetres con quienes tropezaba a todas horas en los sitios que frecuentaba, seres cortados por un patrón, sin espontaneidad alguna, con los mismos vicios, las mismas vanidades y hasta los mismos chistes.

Venal hasta la impudicia, recibía regalos de sus protegidos y el precio de su firma variaba según la ocasión y según el asunto: desde el portal hasta el desván, el pie tropezaba con objetos de arte, abandonados, oferta de la turba de ambiciosos agradecida.

Si en el transcurso de la lectura tropezaba casualmente con aquellas pocas palabras que han levantado a sus semejantes sobre el nivel de los más viejos, más sabios y más prudentes, si aprendía algo de una fe que está simbolizada por el sufrimiento, y si la antigua llama se suavizaba en sus ojos, no era nunca bajo la fuerza de una lección.

Voy a escribir al Magistral; le diré que me espere mañana de tarde; necesito reconciliar; yo no puedo recibir la comunión así; se lo contaré todo, todo, lo de dentro, lo de más adentro también». El despacho estaba a obscuras; allí no entraba la luna. Ana avanzó tentando las paredes. A cada paso tropezaba con un mueble.