Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


Después tosió tres veces consecutivas y se puso á examinar con profundísima atención y frunciendo ferozmente las cejas el puño del junquillo. No bien hubo terminado esta tarea, pasó á azotarse con él los pantalones, de la misma traza que lo hiciera al comienzo de su visita. Todavía se alzaron á los golpes algunas nubecillas de polvo, aunque más leves y trasparentes.

Al dejar a María Teresa, Huberto se hallaba casi contento; se sentía librado de un gran peso. ¿Por qué aquel alivio? Reflexionando, comprendió que había terminado con el período de indecisión que su amor a su novia y algunas veleidades de desinterés por los bienes terrenales, le habían hecho pasar. Acababa de pronunciar las primeras palabras liberadoras.

Ya fuera de la habitación, noté que Federico, en lugar de dirigirse a la derecha y al puente levadizo, torció a la izquierda y sin decir palabra me hizo subir una escalera y nos hallamos en un amplio corredor del castillo. ¿Adónde vamos? pregunté. Ella ha enviado a llamarle respondió Tarlein sin mirarme. Cuando haya terminado esta entrevista, vuelva usted al puente. Allí lo esperaré.

En cuanto a continuó Domingo, he seguido, demasiado tarde, con menos mérito, menos valor, pero con igual fortuna, el ejemplo que ese corazón sólido me había dado casi en el comienzo de su vida. Había comenzado por el reposo en las afecciones, sin turbulencias y ha terminado lo mismo que empezó.

Las relaciones que mi amigo Llot sostenía con su señora cuñada han terminado no porque mediase agravio alguno, sino por un deber de conciencia. ¡Ah, no sabía que Godofredo tuviese un compromiso de honor! De todos modos, debiera declararlo antes del paso que ha dado, o usted en su nombre.

Cuando llegó a ella, aún no habían terminado el rosario, que en las aldeas precede los domingos al sacrificio incruento. Pero al rosario asisten solamente las mujeres y los devotos: los espíritus lúcidos, los temperamentos volterianos de la aldea se quedan en el pórtico fumando y charlando en alta voz.

El Duque, terminado el monólogo arqueológico, había trabado conversación con Venturita, con ese admirable instinto que poseen los orgullosos para comprender a quién fascinan y a quién no. Y su plática se fué animando poco a poco.

Ustedes, prosiguió, son ahora para dos amigos, los quiero con un mismo cariño. Mi pasión, te lo juro, Adriana, ha terminado. Tus ruegos de que me case con Julio son así absurdos. ¡Ah! Pero por favor, pónganse los dos del mismo lado, me cansa mucho tener que dar vuelta la cabeza a cada rato. Julio se levantó, la cara tranquila bañada en lágrimas, y obedeció. ¡Y llora! exclamó Laura conmovida.

El maestro ha terminado de fijar la hoja en la empuñadura con grandes precauciones, cuando suena la campanilla de la puerta de entrada. El maestro sale a abrir e introduce a dos caballeros: uno es el señor Bill Sharp, su antiguo discípulo; otro es un joven muy pálido, muy alto, muy rubio y que no parece estar muy tranquilo.

Cuando hubimos terminado, Villa y Pepita se unieron a la tertulia, y observé que el comandante estaba jacarero y guasón hasta lo sumo, haciendo reír con sus bromas a todos, menos a D. Acisclo, que no debía de ver con buenos ojos que se riesen otros chistes más que los suyos.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando