United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


No había ido con gusto al trabajo por ser domingo. Nunca iba con gusto, porque él daba a la rueda y su tía cobraba. Pero al fin, con gusto o sin él, allá fue tranquilo, pensando en que por la tarde se divertiría en el Canal o en la Arganzuela. Había estado toda la mañana esperando con mucho anhelo la hora de soltar el trabajo. Contaba los segundos por las vueltas de la odiosa rueda.

Latitud geográfica.= Para acabar de determinar la posición del lugar, se cuenta el número de grados, minutos y segundos comprendidos sobre el meridiano entre ese lugar y el ecuador: esto es lo que se denomina la latitud.

En el tercer piso se detuvo, no sin algún sobrealiento, y abriendo las puertas de dos gabinetes contiguos, pero independientes, encendió con pajuelas las bujías colocadas, sobre la chimenea, y fuese. Artegui y Lucía permanecieron unos segundos callados, de pie, en la puerta de las habitaciones. Al fin pronunció él: Es natural que quiera usted lavarse y quitarse el polvo, y descansar un rato.

Es hermoso dijo la abuela levantándose para despedirse. Pero, sin embargo, ¿es esa la dicha?... El cura contempló durante unos segundos la silueta de la abuela plantada delante de él como una verdadera interrogación. ¿La dicha? respondió. La dicha se encuentra allí donde está el deber. ¡Ay! exclamó Francisca, esa es la dicha a precios reducidos.

Luego se mide el ángulo que el meridiano del lugar considerado forma con el que se designó para punto de partida. Este ángulo es lo que se denomina longitud. Para calcularla, se divide el ecuador en grados, minutos y segundos, contados á partir del 0 del primer meridiano, sea á oriente, sea á occidente.

En tan lejana época de mi infancia, yo no conocía más chicos de mi edad que unos primos segundos. Estos chicos vivían en Madrid y venían a Lúzaro durante el verano. Cuando estaban ellos en casa de mi abuela, íbamos juntos a un caserío de la familia, donde solían darnos cuajada.

Dorotea le ve alejarse, coge de la mano a Electra, y vivamente vuelve con ella al centro de la escena. DOROTEA. Ven... A la iglesia no. ELECTRA. Aquí... Quiero respirar... Quiero vivir. Ya es la hora fijada por el Marqués... Aprovechemos los minutos, los segundos, o todo se perderá. A mirar por ti, a devolverte la salud, la vida... Disponte a salir de esta sepultura, y llévame contigo.

Como nuestro planeta la recorre en el intervalo de un año, esto es, de 365 días y cuarto, ó mejor dicho, de 31,557,600 segundos, es fácil calcular el camino que nuestro globo recorre en el corto intervalo de un segundo; hállanse 29 kilómetros y medio poco más ó menos por segundo, velocidad 60 veces superior á la de una bala de cañón al salir del arma.

Los primeros son el nocturno sublime de la muerte; los segundos, el bullicioso allegro de la vida. El crepúsculo vespertino, visto desde un mirador, es sumamente bello; contemplado en regiones intertropicales desde el puente de un buque, es altamente conmovedor. Ningún espectáculo produce tanta admiración como ver por primera vez la caída de la tarde en medio de las inmensas soledades del Océano.

Algunos segundos después de la explosión, ya no pensábamos más que en nosotros mismos. Rendido el Bucentauro, todo el fuego enemigo se dirigió contra nuestro navío, cuya pérdida era ya segura. El entusiasmo de los primeros momentos se había apagado en , y mi corazón se llenó de un terror que me paralizaba, ahogando todas las funciones de mi espíritu, excepto la curiosidad.