Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de mayo de 2025
Venga usted le dije, y deje a esta mujer agonizar en paz. Vámonos. La muchacha hizo un movimiento para seguirme; pero una fuerza, mayor que toda repugnancia y que todo consejo, la aproximó al camastro y triunfó de la repugnancia y del horror que, por un instante, la había dominado.
Cuando sé que quien me sigue tiene dudas de si soy yo ó no soy, procuro no desvanecerlas huyendo: quien huye teme. ¿Y vos no teméis? Sí por cierto, y porque temo mucho, procuro que quien me sigue dude; dude hasta tal punto, que siga su camino creyendo que pierde el tiempo en seguirme. ¿No es vuestro esposo quien os sigue? Yo no soy casada. ¿Ni vuestro padre? Está sirviendo al rey fuera de España.
Puedes comprender, querido, dijo Cristián que cuando te vi en la isla, tenía algo más que hacer que contarte historias. Era preciso ante todo sacarte de allí y tú no parecías muy decidido á seguirme. Ahora que tenemos dos meses por delante para discutir y combinar, podremos utilizar el tiempo.
Nos será imposible partir en todo el mes, dijo el barón, pues hay mucho que preparar y tiempo tendréis de familiarizaros con vuestros deberes. Rubín, el paje de mi hija, está loco por seguirme, pero es aun más joven que vos, casi un niño, y vacilo en exponerlo á las penalidades de esta guerra en lejanos países.
¿A seguirme a todas partes? A todas partes. ¿De veras? Aunque sea a morir. Ahora, vete. ¡Por Dios! No nos sorprendan. Martín se había olvidado de todos sus peligros; marchó a su casa y sin pensar en espionajes entró en la posada a ver a Bautista y le abrazó con entusiasmo. Pasado mañana dijo Bautista tenemos el coche. ¿Lo has arreglado todo? Sí.
»Carlos, menos ágil que yo, no pudo seguirme, y permanecía en el salón cuando, abriendo la puerta, entró el duque de Arcos, de gran uniforme, con el sombrero convenientemente colocado y su bastón de puño de oro en la mano. »Su vista se fijó en seguida a las pruebas del crimen, que estaban diseminadas por el pavimento. Carlos palideció, pero permaneció inmóvil viendo al Duque dirigirse hacia él.
No dudarás, pues, de lo invencible de mi última resolución, que me aflige, te lo juro, al considerar que tengo que dejarte, noble amigo, ya que tú, por idénticos motivos, no quieres seguirme á Madrid. Viviendo en medio de tus paisanos, llegué á detestar su trato, porque su ruda sencillez hería con frecuencia mi formalidad.
Yo me vuelvo loco. No puedo vivir sin mi Cleopatra. Es mi mujer legítima. ¡Todo lo legítima posible! ¿Creéis que no querrá seguirme? PROSERPINA. ¡Por nada del mundo! MARCIO. ¿Qué voy a hacer entonces? Como la amo, no puedo vivir sin ella. PROSERPINA. Calmaos, Marcio. MARCIO. ¿Cuál es? PROSERPINA. Llevárosla a la fuerza. MARCIO. ¿Y creéis que así me seguirá? MARCIO. ¡Pero eso sería innoble!
Palabra del Dia
Otros Mirando