Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de junio de 2025
Ya se apoyaba en la mesa sobre el codo izquierdo, ya el sobaco derecho montaba sobre el respaldo de la silla, como si esta fuera una muleta, ya en fin, las piernas se extendían sobre la mesa cual si fueran brazos.
En esta época me decía el comandante se ven aquí caras que no volverá usted a ver en todo el año...¡Y que las hay retrecheras!... Otras veces nos íbamos hacia la orilla del río, donde las noches de luna no encienden los faroles. A lo largo del paredón que separa el paseo del muelle había muchos bultos de mujeres sentadas en el banco de piedra con respaldo de hierro que lo guarnece.
Cierto día, al retirarse de una de sus visitas, Blázquez Serrano topó con Ramiro en la antecámara. El niño estaba sentado en una silla de alto y esculpido respaldo. Sus ojos parecían contemplar fijamente alguna imagen dolorosa de su propio cerebro. Hubiérase dicho un infante embrujado.
Vaya respondió el cura, usted exagera las cosas... ¿No soy yo una vencida?... Sin embargo replicó el cura mientras la abuela se enjugaba una lágrima, no hay que ver las cosas tan negras... Podría usted ganar una enfermedad del estómago añadió intentando una broma. Tengo ya tan malo el corazón... murmuré apoyando la cabeza en el respaldo de la butaca. Siento rencor por la sociedad entera.
Tal vez en medio de una fiesta, muellemente sentada la duquesa, vuelto hacia atrás el rostro, recatándose entre el plumaje de su abanico y apoyado él en el respaldo del sillón que ella ocupaba, se encontrasen una sonrisa y una frase, como se encuentran el delito y su precio; pero el descuido, si lo hubo, de nadie fue notado; quedaron secretos los latidos que hicieron levantarse el raso a impulso del corazón, y quedó ignorada la secreta alegría de quien lo hizo palpitar.
Se echa uno, se estira, dándose benéficos calambres, hasta que los dedos de los pies tocan el respaldo de la cama; trae uno las cobijas hasta la boca, hace su hoyo en la almohada, toma después un buen libro que lo está esperando sobre la mesa de noche, y gime uno de satisfacción...
Quisiera aviarme un poco. Es una falta recibir visitas con esta facha. Por mí no se apure usted... Me agrada más verla así. Descanse ahora y echemos un parrafito. Voy a permitirme una pregunta. ¿Qué piensa usted hacer ahora? Fortunata, que se inclinaba hacia adelante para oír mejor, dejó caer la cabeza sobre el respaldo; la mejor manera de expresar que no había pensado nada sobre aquel punto.
Cuando doña Rebeca entró en la sala y se acercó al grupo, viendo la cara mortal del enfermo, increpó a la niña. ¿Le estás ahogando? Ella apartóse prontamente, diciendo: ¿Yo? Y al soltarse de aquel brazo ardiente vió con horror cómo el cuerpo de don Manuel se desplomaba sobre el respaldo de la silla. Miraba el moribundo a Carmen con una angustia infinita.
Sorege, extendido en un sillón, parecía digerir la comida con una satisfacción completa. Tragomer dejó á sus compañeros, se aproximó al joven y tocándole en el hombro por encima del alto respaldo del sillón, le dijo: Buenas noches, Juan, ¿estás bueno? Sorege abrió los ojos y lanzó á Tragomer una rápida mirada; en seguida sus pupilas velaron de nuevo los misterios de su pensamiento.
El brusco cambio entre la neblina y la oscuridad de fuera, y el resplandor y el calor de dentro, lo deslumbraron, así es que en su estupor quitose el estropeado sombrero y lo pasó una o dos veces ante sus ojos, mientras se sostenía, aunque con poca seguridad, contra el respaldo de un sofá.
Palabra del Dia
Otros Mirando