Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de mayo de 2025
Oye, roto; vas á ir á todo galope á la estación. El tren para Buenos Aires pasará antes de dos horas, y es preciso que no lo pierdas. El Fraile, siempre impasible y sonriente, no pudo reprimir un gesto de asombro al enterarse de que lo enviaban á Buenos Aires. Cuando llegues allá continuó Pirovani , entregarás esta lista á don Fernando, mi representante. Tú lo conoces.
En cuanto a convertirme en un perezoso, debe usted renunciar; sería hacerme un mal servicio. Mi trabajo es mi sola razón de ser. ¿Para qué serviría yo, si no trabajase? Al pronunciar estas últimas palabras, Juan no pudo reprimir cierto acento de amargura, como si se burlase de sí mismo. María Teresa notó la ligera tristeza que trascendía a través del aire feliz de su amigo.
Con esto se manifestó él conforme, dando un gran suspiro, y sostuvo que para lo que necesitaba más paciencia y fuerza de voluntad era para reprimir su afán de enterarse de todo y de dar órdenes. Mientras esto se hablaba en la oscura alcoba, Rosalía cuchicheaba con Torres en la Saleta.
Entonces Jacobo Melín abrió tranquilamente la portezuela opuesta de la diligencia, tomó la mano a la señora, con aquella decisión y seguridad que un sexo indeciso e inseguro sabe admirar, y en un instante descendiola hasta el suelo. Yuba-Bill, el cochero, desde la banqueta donde estaba, no pudo reprimir una sonora carcajada.
Recuerde añadió, que Mabel lo ama apasionadamente, como muchas veces me lo ha confesado, pero por alguna razón extraordinaria, que permanece siendo un misterio, ella se esfuerza en reprimir su cariño. Teme, creo yo, que de su parte sólo haya amistad, que sea usted un soltero decidido, demasiado recalcitrante, para que pueda abrigar por ella ningún pensamiento de cariño.
Aunque no creyese ni más ni menos en la aventura, a Tristán le irritó un poco tanta displicencia. Fingiendo, sin embargo, alegre desembarazo le dijo al cabo poniéndole una mano sobre la rodilla: Vamos a ver, ¿quién era la incógnita, Gustavo? ¿Qué te importa? ¿Una duquesa? Lo es a ratos solamente repuso el pintor sin poder reprimir la risa.
Hasta se imaginó que su sonrisa actual era continuación de otras sonrisas anteriores que no había podido reprimir mientras con un lápiz en la mano y el casco de orejas metálicas en la cabeza escribía las palabras misteriosas llegadas á través de la atmósfera. Gillespie le arrebató el despacho para abrirlo.... ¡Oh Dios! ¡La firma de miss Margaret!
Esto pasaba en los días en que, destituido Riego del mando de capitán general de Aragón, hubo en aquella ciudad tumultos y manifestaciones, que el Gobierno quiso reprimir. Lázaro, que estaba á punto de concluir la carrera, conoció la gravedad de su situación y el disgusto que tendrían su madre y su abuelo, á quienes amaba mucho.
El primo Rafael, amante rabioso de los placeres y obligado a reprimir sus deseos en la atmósfera de sórdida avaricia en que se había educado, lanzóse sin temor a saciar sus apetitos al verse dueño de la fortuna de su esposa. La supeditación amorosa de doña Manuela le hacía ser dueño absoluto de la casa, y no tardó en hacer sentir su tiranía.
No acertando a reprimir su admiración amorosa, se acercó con lentitud y cuidado, para que ella no despertase e imprimió dos tiernos besos sobre los párpados y largas pestañas de sus cerrados ojos.
Palabra del Dia
Otros Mirando