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Currita recibió la noticia con frialdad aterradora y negóse rotundamente a hacer uso de la receta, con cierta especie de rencorosa terquedad, impropia del caso; también ella había recibido aquel día carta cariñosa de Jacobo, fechada asimismo en Milán, hablándole vagamente de grandes peligros y grandes negocios, y prometiéndole, con la fatua seguridad de quien presume ser esperado con ansia, el gozo imponderable de su próximo regreso y la explicación satisfactoria de su repentina marcha.

Finalmente, es necesario también, para darnos cuenta de esa explosión repentina de afectos y de sus mudanzas continuas é inesperadas al leer estas composiciones y al observar su repetición, que recordemos la movilidad y el fuego de los habitantes del Mediodía, y la exageración que las costumbres de la España de entonces daban á esos mismos afectos.

No buscaba las caricias de su hijo, pero cuando le tropezaba casualmente por los pasillos le cogía la cabeza, se la besaba amorosamente, murmuraba algunas palabras tiernas en su oído y repentina y precipitadamente se alejaba, algunas veces con lágrimas en los ojos.

Sentóse en un sillón y dijo: ¿Pero qué es esto, Damián?... ¿Cómo ha sido esa marcha tan repentina?... Sólo pude ver al señor marqués un momento, y eso delante de la gente... Pues no replicó Damián encogiéndose de hombros . El señor marqués se levantó ayer a la una y salió sin almorzar de casa... Volvió a eso de las seis y mandó preparar las maletas.

Filis, Elena Osorio, era la hija del representante Jerónimo Velázquez, y estaba casada desde 1576 con un tal Cristóbal Calderón, también comediante. Repentina pasión brotó entre ella y el gran enamorado y gran poeta. "No qué estrella propicia a los amantes reinaba entonces léese en La Dorotea , que apenas nos vimos y hablamos cuando quedamos rendidos el uno al otro."

El cuerpo de su marido obstruía el paso por la única puerta de salida; se detuvo un instante, y como tomando una resolución repentina, con los ojos iluminados por una luz satánica, se volvió al hombre que la esperaba con actitud indecisa, y saltando ambos por sobre el cuerpo que yacía en tierra, le gritó: ¡Huyamos! Yo no me había olvidado de Valentina, mi dulce Valentina de otros días.

Patrón, aquí lo tiene... Más vale que se haga hombre á su lado que en otra parte. Y le presentaba el pequeño mestizo. ¡Uno más y ofrecido con esta sencillez!... «Falta de religión y buenas costumbresCon repentina modestia, dudaba de la veracidad de la mujer. ¿Por qué había de ser precisamente suyo?... La vacilación no era, sin embargo, muy larga. Por si es, ponlo con los otros.

DON URBANO. Tan viva como la misma electricidad, misteriosa, repentina, de mucho cuidado. Destruye, trastorna, ilumina. MARQU

El número era funesto, y la duquesa de Bara, que supuso al punto la causa de tan repentina baja, dijo muy quedito a su sobrino el duque de Bringas: Mal número... ¿Si será esta la última cena? Con tal que no te toque a ti el papel de Judas. ¡Oh, no, no!... Yo le soy fiel a Curra. ¿Pero por qué han desertado los otros?

El diplomático no las tenía todas consigo: para él era evidente que Isabel Mazacán no exageraba ni mentía al repetir las noticias del lindo ministro García Gómez. Pero ¿cómo interpretar entonces la repentina mudanza de Currita?