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Actualizado: 25 de junio de 2025
Esta circunstancia arroja clara luz sobre aquellas pruebas de intolerancia, puesto que, comparándolas con ellas, demuestran generalmente la benevolencia de la Inquisición y los razonables principios artísticos, en que se fundaban, ya que al lado de esas explosiones de celo religioso campean otras de distinta índole, tanto más libremente, cuanto provienen de unos católicos y se dirigen á otros, prontos á escandalizarse por cualquier motivo poco importante.
Las disculpas que en la ocasión del acto había conceptuado tan razonables, parecíanle ya vanas e impropias de una persona seria. Los móviles a que obedeció antojáronsele sin fundamento alguno, y su conciencia le arguyó poderosamente. No, no podía esperar a que su marido advirtiese la falta.
Esto era considerado como una gran desvergüenza entre las personas severas del lugar, que clamaban contra el escándalo y mal ejemplo; pero poco a poco todos se fueron acostumbrando, y al cabo de algunos años nada parecía más natural ni más justo sino que Juanita fuese hija de Juana, a la cual no faltaron tampoco defensores, ya razonables, ya fervorosos, que alababan el cariño y la devoción maternal de la madre a la hija, y que cuando eran algo maldicientes no dejaban de comparar a Juana con otras que pasaban por honradísimas y que hasta tenían la insolencia de presumir de casi santas.
Casi todos los que se hacen ricos niegan el acaso, la fortuna, el hado o la suerte: éstos les parecen vanos nombres, detrás de los cuales procuran ocultarse la pereza, el despilfarro, el desorden y la tontería. De aquí que se tengan por las personas más prudentes, más razonables, más ingeniosas y más sabias de la tierra. Y puede que les sobre razón. Yo no lo niego ni lo afirmo.
Kimble era esencialmente un apellido de doctor, así es que era difícil imaginar en esta triste realidad que el Kimble actual no tenía hijo, y que, por lo tanto, su clientela podría ser transmitida un día a un sucesor que llevara el incongruente apellido de Taylor o de Johnson. Pero, en tal caso, los vecinos más razonables de Raveloe llamarían al doctor Blick de Flitton, lo que sería más natural.
Dice el que tradujo esta grande historia del original, de la que escribió su primer autor Cide Hamete Benengeli, que, llegando al capítulo de la aventura de la cueva de Montesinos, en el margen dél estaban escritas, de mano del mesmo Hamete, estas mismas razones: ''No me puedo dar a entender, ni me puedo persuadir, que al valeroso don Quijote le pasase puntualmente todo lo que en el antecedente capítulo queda escrito: la razón es que todas las aventuras hasta aquí sucedidas han sido contingibles y verisímiles, pero ésta desta cueva no le hallo entrada alguna para tenerla por verdadera, por ir tan fuera de los términos razonables.
Sí, el pan del cuerpo... ¡que muero de hambre... de hambre!... Fueron sus últimas palabras razonables. Poco después empezaba el delirio. Celestina lloraba a los pies del lecho. Don Antero, el cura, se paseaba, con los brazos cruzados, por la sala miserable, haciendo rechinar el piso.
Razonables serán ellas, Mas no de mucho primor. En la amorosa porfia A razon no hay conocella. Amor no va contra ella Aunque de ella se desvia. No es ya contra la razon, Siendo tú tan buen soldado, Andar tan enamorado En esta estrecha ocasion? Al tiempo que del dios Marte Has de pedir el furor, Te entretienes con amor, Que mil blanduras reparte?
La declaración de un solo médico basta para condenar a reclusión perpetua; y una vez encerrada la pobre víctima en esa tumba muda, ¿quién reconocería la fatal equivocación en un lugar tan atroz y tan extraordinario que hasta los gestos y las palabras de las personas razonables toman apariencias de locura?
Así dio por cierto que el rapaz, su cautivo, llevaba en la frente la marca y el sello de un genio casi sobrehumano, y que delante de él se abrían luminosos horizontes de gloria y largo camino de triunfos y de grandezas. Como quiera que fuese, doña Mencía no pudo resistir a la tentación de volver a ver al rapaz. Para cohonestarla, antes de caer en ella, se le ofrecían tres razonables motivos.
Palabra del Dia
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