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Actualizado: 28 de junio de 2025
Ya el prisionero se prepara para el suplicio, cuando oye un coro de ángeles que le anima, y poco después se presenta el difunto Lidoro, que le abre las puertas de la cárcel, y le anuncia que Dios le ha concedido la gracia de revestir de nuevo forma humana para proteger á su bienhechor y salvarlo del peligro.
Carlos de Ohando y algunos condiscípulos suyos, carlistas que se las echaban de aristócratas, comenzaron a proteger al Cacho y a excitarlo y a lanzarlo contra Martín. El Cacho tenía un juego furioso de hombre pequeño é iracundo; el juego de Martín, tranquilo y reposado, era del que está seguro de sí mismo.
Bien, bien: convengo en que el trazado de Sotolongo ofrece algunas ventajas; pero usted bien sabe que por ahora ni en mucho tiempo no hay que soñar con él, mientras que el de Miramar lo tenemos en la mano. El Gobierno está profundamente interesado en ello, porque no hay otro medio de proteger nuestra fábrica de armas.
Así procede el hombre que tiene una planta preciosa a la que quiere dar asilo y alimento, en un suelo nuevo para ella: piensa en la lluvia, en el sol, en todas las influencias con relación a su pupila. Trata de conocer asiduamente todo lo que pudiera serle útil, sea para satisfacer las necesidades de las raíces penetrantes, sea para proteger la hoja y el botón contra la agresión peligrosa.
Con el derecho que todo hombre tiene de proteger a una mujer desamparada y perseguida contesté con toda firmeza. Le conozco, y estoy bien al tanto de su ignominioso pasado.
Por entonces era asistente de Sevilla D. Diego de Merlo, y como este buen señor era fervoroso devoto de las órdenes religiosas, se dispuso con todo el peso de su autoridad, á proteger á los inquisidores, tomándoles en mayor afecto y prestándose á ayudarlos cuanto pudiese en sus diligencias.
Los príncipes no son señores de vidas y haciendas; apenas se halla tirano, amable o no amable, que pueda disponer de la fortuna pública para proteger a los poetas y literatos; y lo más natural es que éstos se hagan pagar por el público su trabajo; porque no se ha de confundir por ningún estilo el antiguo patrocinio de los príncipes con lo que hoy se llama protección oficial.
Una vaga melancolía nublaba un instante la pura radiación de sus grandes ojos... A los veinte años estaba acabada su juventud y, solterona antes de tiempo, seguiría estando sola, sin apoyarse jamás en el brazo de un esposo, sin inclinarse nunca hacia la dulce carita de un niño, sin otra criatura a quien proteger que aquella madre infantil de la que hubiera podido decir con un escritor célebre: «Mi madre es una niña que yo tuve cuando era pequeña.»
El cacique tiene poder de proteger á cuantos se le acogen; de componer, ó hacer callar en cualquiera diferencia, ó disputa, ó de entregar al ofensor para ser castigado con pena de muerte, sin estar obligado á dar razon de ello, porque en estos casos su voluntad hace ley. Generalmente es susceptible de cohecho, entregando sus vasallos, y aun sus parientes cuando le pagan bien.
Por él, hubiese dado su hamaca de mil colores, sus madrás rojas y azules, los círculos de plata maciza que rodeazan sus brazos y sus piernas; lo hubiese dado todo, todo, hasta el saquito que encerraba tres dientes de serpiente y un corazón de paloma, mágico talismán que debía proteger sus días, mientras lo llevara suspendido del cuello. Ya veis, pues, si Melia amaba a su Kernok.
Palabra del Dia
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