Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de mayo de 2025


El pretendiente traía su uniforme de Marina, en cuyo honroso Cuerpo servía; pero a pesar de tan elegante jaez, su facha era muy poco agradable. Así debió parecerle a mi amita, pues desde un principio mostró repugnancia hacia aquella boda. Su madre trataba de convencerla, pero inútilmente, y le hacía la más acabada pintura de las buenas prendas del novio, de su alto linaje y grandes riquezas.

Tiene las prendas con que se cubre, destrozadas y llenas de remiendos, la gorra reluciente de mugre, las manos guarnecidas por escamas de roña, los ojos legañosos y el bigote quemado de apurar colillas; todo él es seboso y hediondo. Sus compañeros le llaman Pachín el Guarro.

Tirso notó también que, a pesar de lo humilde de su situación, la chica era algo vanidosa y estaba pagada de su persona, acusando de distintos modos el afán de agradar, y como un cierto deseo latente, pero inmoderado, de imitar prendas y costumbres de muchachas más favorecidas por la suerte.

Si alguna fábula dramática, de estas ligeras, regocijadas o bufas, carece de tales prendas, cúlpese singularmente al autor y a su obra, y no al género todo y a todos los autores. ¿Tiene más el público que silbarla? Y si el público no la silba, sino que la aplaude, y la zarzuela es tonta, esto probará la bondad del público. Denle algo menos tonto y lo aplaudirá más.

Despidióse el avaro contentísimo por haber prestado un servicio al señor Loayza, y viendo en el porvenir, por vía de réditos, la canonjía magistral cuando menos. Ocho días después volvía Ribera a casa del padre Godoy, llevando un envoltorio bajo el brazo, y le dijo: De parte de su ilustrísima le traigo estas prendas.

De allí a cuatro días llegaron a una aldea dos leguas de Toledo, donde asentaron su aduar, dando primero algunas prendas de plata al alcalde del pueblo, en fianzas de que en él ni en todo su término no hurtarían ninguna cosa.

Nuestro joven se mostró inflexible; no quiso hablar; afectó tomar una parte muy activa en los juegos de prendas. Entonces la pobre niña dijo con voz débil: Tome V. Miguel no la oyó. Tome V. repitió un poco más alto. Al volverse vio que tenía en las manos un papelito blanco. Comprendió que era el rizo de pelo y lo tomó apretándole al mismo tiempo los dedos con ternura.

Pareciólas irse, por ser ya tarde, y así me pidieron licencia, advirtiéndome con el secreto que había de ir el paje. Yo las pedí por favor y como en gracia un rosario engazado en oro que llevaba la más bonita de ellas, en prendas de que las había de ver a otro día sin falta.

Fué una niña hasta los treinta años; y creo que hubiera sido una excelente mujer, adornada de todas las prendas de lealtad y delicadeza que deben adornar á una esposa, si aquella perfección engañosa, hija de una falsa educación, no torciera en ella su verdadero carácter.

Es seguro que no: conoceremos que ha obrado mal, se lo diremos quizas con libertad y entereza, habremos tal vez descubierto una mala cualidad de su índole, que se nos habia ocultado; pero no dejaremos por esto de reconocer las demas prendas que le adornan, no le juzgaremos indigno de nuestro aprecio, proseguiremos ligados con él con los mismos vínculos de amistad.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando