Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de julio de 2025
Este es el tercer personaje de los cuatro que formaban mi auditorio, y éste el que expuso su modo de pensar, diciendo: «No está sino muy bien. Hay que pintar la vida tal como es: repugnante, soez, grosera. El mundo es así: no nos toca á nosotros reformarlo, suponiéndolo á nuestro capricho y antojo; nos cumple sólo retratar las cosas como son, y las cosas son feas.
Imposible pintar con palabras ni por escrito lo que vi en el semblante de mi señorita cuando aquellas frases oyó. Los dos novios se miraron, y un largo y triste silencio siguió al anuncio de la próxima partida.
Al parecer, hablaban de pintura. Cecilia y Gonzalo, que charlaban aparte, la oyeron decir: ¡Oh, Rubens! ¡Qué modo de pintar la carne! Rubens es el Cervantes de la pintura. Gonzalo volvió la cabeza como si le hubieran pinchado. Y una viva sorpresa se pintó en su rostro. Chica, ¿dónde ha aprendido mi mujer estas cosas? dijo en seguida a su cuñada. Esta se encogió de hombros.
Meteremos en el ajo algún rapabarbas o criado socarrón que haga de tercero, porque novela ó comedia sin rapista charlatán y enredador, es olla sin tocino y sermón sin agustino. ¡Y cómo había yo de pintar las escenas de tabernas, las cuchilladas, las pendencias que dirige siempre un tal Maese Blas ó Maese Pedrillo! ¿Pues y las escenas de amor? ¡Qué discreción, qué ternezas, qué riqueza metafórica había yo de poner allí!
En pocas palabras expresa Lope de Vega su opinión acerca de la esencia y objeto del drama: «El drama, dice, ha de representar las acciones humanas y pintar las costumbres de su siglo;» y esto es, en efecto, en su significación más elevada, lo que se refleja en sus obras: de ninguna manera debe de copiar la naturaleza ni la realidad ordinaria, sino ofrecer una imagen poética de la vida humana, tan elevada como profunda; una exposición poética de los fenómenos, hechos y acontecimientos, que más se distinguen en la naturaleza y en la historia; y el drama, en verdad, ha de presentar á los ojos del espectador tan inmediata y realmente las acciones y sucesos, á que han de dar origen los caracteres por una causa interna, que ha de imaginarse que la fábula, más que fábula, es una verdad.
En los ojos, casi ornitomorfos, en el aire, en la expresión trágica del rostro, Chiffart ha intentado pintar al autor del Cuervo, al visionario, al unhappy Master, más que al hombre.
Era el tal mudo muy afecto á la reyna y á Zadig, y escuchó con no ménos asombro que horror dar la órden de matarlos ámbos. ¿Mas cómo haria para precaver la execucion de tan espantosa órden, que se iba á cumplir destro de pocas horas? No sabia escribir, pero sí pintar, y especialmente retratar al vivo los objetos.
Hablábamos del mundo al cual iba Luz a salir de pronto y por primera vez, y casi aseguraba yo que esta salida no era muy de su gusto, o, cuando menos, que no la necesitaba... Y, entre paréntesis, quiero que valga este ejemplo, que es el que hallo más a mano, por otros cien que pudieran citarse para pintar el modo de ser de la hija de la marquesa de Montálvez en la ocasión de que se trata.
Ser artista le colocaba por encima de sus amigos, muchachos sudamericanos sin otra ocupación que gozar de la existencia, derramando el dinero ruidosamente para que todos se enterasen de su prodigalidad. Con serena audacia, se lanzó á pintar cuadros. Amaba la pintura bonita, «distinguida», elegante; una pintura dulzona como una romanza y que sólo copiase las formas de la mujer.
Pero ¿dónde demonios ha aprendido su hijo de usted a pintar, y a pintar de este modo? preguntó don Alejandro que todo se volvía ojo para mirar y admirar las acuarelas. ¿De manera dijo muy suavemente el boticario, soba que te soba el codo , que dan ustedes alguna importancia a esas pinturas? ¡Muchísima! respondieron unísonos Nieves y su padre. Me alegro, ¡caray! sí, señor, me alegro... Eso es.
Palabra del Dia
Otros Mirando