Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Don Juan recordaba perfectamente las repetidas veces en que Julia le habló de su amo tratándole de grosero, basto y a la pata la llana. Pensándolo bien, estas confidencias de la niñera podían servir de base a las conjeturas en que ahora le hacían caer las frases del estanquero; todo indicaba que sólo el interés, pero un interés poderosísimo, había determinado la boda.
No me importa saber a cómo valen el ladrillo pintón y las alfargías... Mamá, ponte de centinela y aquí no me entra más que Estupiñá. Que venga Placidito, para que me cuente sus glorias, cuando iba al portillo de Gilimón a meter contrabando, y a la bóveda de San Ginés a abrirse las carnes con el zurriago... Que venga para decirle: «lorito, daca la pata». ¡Pero, qué impertinente!
Aquellos condenados nos llevaron a Inglaterra, no como presos, sino como detenidos; pero carta va, carta viene entre Londres y Madrid, lo cierto es que se quedaron con el dinero, y me parece que cuando a mí me nazca otra pierna, entonces el Rey de España les verá la punta del pelo a los cinco millones de pesos. ¡Pobre hombre!... ¿y entonces perdiste la pata? le dijo compasivamente Doña Francisca.
Hallóse en Tablanca como rey en sus palacios, y se había guardado muy bien, desde entonces hasta la fecha, «de sacar una pata» medio jeme fuera de su término municipal... Ochenta y cuatro años contaba a la sazón, sin saber lo que era un mal dolor de tripas. Había tenido dos mujeres, diez hijos y veintidós nietos.
Ignoraba sin duda lo que era aquello, y quería saberlo a todo trance, porque alargaba la pata como para hacer un reconocimiento de tan misterioso objeto. La curiosidad del animalito interrumpía la audición, que era ya bastante penosa. Feijoo tomó la inscripción diciendo: ¿Pero qué ocurre?... ¿doña Lupe...?, ji ji ji... Todavía sostendrá que yo le hice el amor.
El Mosco abrió la bolsa y sacó el hurón. La bicha llevaba al cuello un cascabelillo de sonido débil, y en una pata el cordel que la obligaba a volver a su amo. Perdiose el sutil cascabeleo bajo tierra. El señor Manolo seguía con interés la operación, puesto a gatas al lado de su hermano. Maltrana, tendido de espaldas, miraba las estrellas, el cielo de obscuro azul escarchado de polvo luminoso.
Anda y pídele a tu padre su bendición.» Medio pollito se acercó al respetable autor de sus días, bajó la cabeza para besarle la pata y le pidió la bendición. El venerable pollo se la dio con más dignidad que ternura, porque no le quería, en vista de su carácter díscolo. La madre se enterneció, en términos de tener que enjugarse las lágrimas con una hoja seca.
Por dicha no se apresuraba doña Inés pata que el plan del monjío de Juanita se realizase, y así le daba tiempo de apercibirse a la rebelión con fuerza bastante para sacudir el yugo sin menoscabo de sus intereses y proyectos.
Su coco es el urbano: no se sabe por qué le ha tomado miedo; pero que se le tiene es evidente: semejante a aquel loco célebre que veía siempre la mosca en sus narices, tiene de continuo entre ceja y ceja la anarquía: y así la anda buscando por todas partes, como busca Guzmán en La Pata de cabra las fantasmas por entre las rendijas de las sillas.
Multiplicaríanse hasta lo increíble, destruirían el equilibrio de los seres, si no fuese su propia armadura su estorbo y su peligro. Fija y dura, no prestándose á las alternativas de la vida, es para el cangrejo una cárcel. Para abrirse al través de aquel muro el paso de la respiración, tuvo que colocar la puerta en un miembro casual que pierde con frecuencia: la pata. Muda completa.
Palabra del Dia
Otros Mirando