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Actualizado: 22 de mayo de 2025
El conde de Genahazar; a los cinco meses de cama, está ya curado de su herida, y según dicen, muy enmendado de sus pasadas insolencias. Ha pagado a Pepita, hace poco, más de la mitad de la deuda; y pide espera para pagar lo restante. Hemos tenido un disgusto grandísimo, aunque harto le preveíamos. El padre vicario, cediendo al peso de la edad, ha pasado a mejor vida.
Los buenos los ha vendido usted... ¿Y el alfiler, la cadena, el medallón...? Esas prendas son mías y puedo disponer de ellas a mi gusto dijo Isidora prontamente, dueña ya de sí misma. Las ha empeñado usted. Las he pignorado replicó ella con aplomo y burla , como dicen ustedes los hombres de negocios. Sé por el tapicero que no ha pagado usted las sillas. Y sin embargo... Usted me dio el dinero.
Esta obra lozanísima, verdadera joya de la novela dialogada española, habrá sido escrita en parte en la juventud del autor, pero muy añadida y retocada en su vejez. En diciembre de 1633 casóse Feliciana, la hija de Lope y de su esposa doña Juana Guardo, con Luis de Usategui, empleado público, probablemente pagado con no muy brillantes haberes.
El secretario del jefe político, informado por la policía, le dijo que el preso era un agitador, pagado por los amigos de la reacción; pero Claudio lo disculpó cuanto pudo, diciendo que era un joven sin experiencia ni juicio; y al fin, después de muchos empeños y recomendaciones, se dió la orden para ponerle en libertad. Bozmediano se dirigió á la Cárcel de Villa.
Miente como un bellaco; el tío Nepomuceno ha pagado porque este traidor no se fiaba de mí; me conoció en la cara que yo no podía sacar de ninguna parte seis mil reales y se fue al otro... y cantó... Verdad es que yo no le había encargado el secreto.
El Casino cuida de todos; nunca falta un puesto para un hijo del país en las salas de juego, en los jardines, en el teatro; y cuando no, en la policía, en las oficinas administrativas, en lo que depende del príncipe, y es pagado igualmente con dinero de la Sociedad. Llegar á «jefe de mesa» es el mariscalato de un monegasco.
Pero yo, no; yo río, triunfo, reino; y la enterraré y después me casaré. ¡Ya ha muerto! ¡Al fin ha pagado su deuda! ¡al fin me devuelve todo lo que me había robado! ¡y entraré en posesión de mi amante y de mi hijo! ¿Por qué me mira usted con esos ojos de extrañeza? ¿Es que creía usted que iba a contenerme? Ya he hecho bastante con devorar mi rabia durante ocho meses.
No hablaba con él que no le hiciese preguntas sobre la vida de aquel matrimonio, enterándose minuciosamente de la puntualidad con que cumplían sus compromisos. ¡Aún no le habrán pagado el último mes!... decía al avistarse con el «santo» . ¡Ni el anterior tampoco!... ¡Y usted tan tranquilo! ¡Qué hombre, Señor Dios!... Eso no es caridad, don Vicente: eso es tontería.
Una compilación muy rara es: Doce comedias de varios autores, los títulos de las cuales van en la segunda hoja. Con licencia. Impreso en Tortosa en la imprenta de Francisco Martorell año de 1838. La misma contiene: La tragedia de la hija de Geptén. El santo sin nacer y mártir sin morir, que es San Ramón Nonnato. El primer conde de Orgaz, y servicio bien pagado.
Echose él a reír, y metió mano al bolsillo interior de su americana. «¡Ay! No me lo diga usted, D. Francisco exclamó doña Lupe con incredulidad, cruzando las manos . ¿Ha pagado...?». Lo va usted a ver... Yo... tampoco lo esperaba. Como que fui anoche a decirle que el lunes se le embargaría. Hoy por la mañana, cuando me estaba vistiendo para ir a misa, me le veo entrar.
Palabra del Dia
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