Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de junio de 2025
Además, don Luis me da algunos puros y los guardaré para picarlos. ¿Os han dicho algo de la tienda? Si repuso Leocadia por cada docena de pañuelos pagan, según el dibujo, de veinticuatro a treinta y seis reales, y tengo yo que poner lo que haga falta.
Las bocas de las tiendas, abiertas entre tanto colgajo, dejaban ver el interior de ellas tan abigarrado como la parte externa, los horteras de bruces en el mostrador, o vareando telas, o charlando. Algunos braceaban, como si nadasen en un mar de pañuelos. El sentimiento pintoresco de aquellos tenderos se revela en todo.
Las vecinas labradoras iban entrando una á una en silencio, con sus basquiñas negras de estameña, los pañuelos anudados sobre la cabeza y los brazos mal cubiertos por una camisa de lienzo.
¡Voto va! ya ha marchado entra gritando un original cuyos bolsillos vienen llenos de salchichón para el camino, de frasquetes ensogados, de petacas, de gorros de dormir, de pañuelos, de chismes de encender... ¡Ah, ah! éste es un verdadero viajero: su mujer le acosa a preguntas: ¿Se ha olvidado el pastel? No, aquí lo traigo. ¿Tabaco? No, aquí está. ¿El gorro? En este bolsillo. ¿El pasaporte?
Empezaba a sentirse el hálito del monstruo que soplaba vivo y soberbio por la estrecha boca de la ría y escuchábase a lo lejos el sordo y formidable rumor de sus entrañas. Las falúas tropezaban aquí y allá con algunos pañuelos de espuma que venían rodando sobre el agua como jirones desgarrados del manto de algún dios que hubiese combatido toda la noche con los monstruos del océano.
No me voy sin tomar uno. Ya sabe usted... medios pañuelos de imitación a Chantilly, con guipure». Los he visto, hija; los he visto ayer replicó la otra dando un gran suspiro. No se desconsuele usted, querida dijo Milagros acariciándola . En Bayona se compran estas cosas por la mitad, y luego se introducen sin pagar derechos.
En esto acude el caballero que se habia ausentado, y empieza á desdoblar ante nuestros ojos una preciosa coleccion de pañuelos de India y de Persia, adobándola con la salsa de los tantos y cuantos millares de francos. Antes nos creiamos en el teatro de la Opera cómica; ahora creiamos asistir á un juego de manos ó cosa semejante.
Concluida la polka, las parejas se deshicieron: las mozas, después de sacudirse las polleras para quitarles la tierra, tomaron asiento y comenzaron a torcer sus pañuelos, a sacarse mentiras o a alisarse el jopo, para dar ocupación a las manos, que ociosas les incomodaban, mientras los mozos volvían sonrientes a nuestras filas, de donde el bastonero los sacaba de uno a uno, para hacerles probar de cierta caña con cáscara de naranja, que tenía reservada para los preferidos.
Todo esto sin contar que Teresa, más de una vez, se encerraba en su estudi, y abriendo un cajón de la cómoda, desliaba pañuelos sobre pañuelos para extasiarse ante un montoncillo de monedas de plata, el primer dinero que su marido había hecho sudar á las tierras.
Los músicos rompieron a tocar lo que les pareció mejor, echóse atrás el gentío curioso, y otra vez en el centro de la plaza volvieron a dar saltos las blancas alpargatas, a agitarse, rígidos, los ruedos de las faldas azules y verdes, mientras arriba ondeaban los picos de los pañuelos sobre las gruesas trenzas, o se movían como borlas rojas las flores que llevaban los atlots en las orejas.
Palabra del Dia
Otros Mirando