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Actualizado: 22 de mayo de 2025


¿Un jardín os agradaría, querida? dijo Nancy, pensando que aquel cambio de tema pudiera serle favorable a su marido . Nos podríamos entender sobre ese punto... yo consagro mucho tiempo al nuestro.

Los miembros de la familia cuatro personas solamente estaban sentados alrededor de la mesa, en el salón de sombrío artesonado. Tenían por delante el postre del domingo, compuesto de avellanas verdes, de manzanas y peras, bien adornadas de hojas por la mano de Nancy, antes de que las campanas de la iglesia llamaran al oficio.

Durante cuatro años había pensado en Nancy Lammeter, y la había buscado, con un culto secreto y paciente, como a una mujer que lo hacía soñar alegremente en el porvenir.

Necesitarían tener algunos rostros jóvenes a su alrededor para estar seguros de que el mundo siempre es como antes. Nancy se asomó entonces para recibir a su padre y a su hermana; pero el cortejo ya había pasado frente a la Casa Roja y se dirigía hacia la parte más humilde de la aldea.

En realidad, Godfrey sentía aquello con tanta mayor intensidad cuanto que su naturaleza indecisa, adversa a afrontar las dificultades por ser éstas francas y sinceras, tenía un cierto temor respetuoso por aquella dulce esposa que espiaba los deseos de su marido con el deseo ardiente de obedecerle. Le parecía que no le podría revelar jamás a Nancy la verdad concerniente a Eppie.

Pero, ¡qué loco sois, Godfrey, en salir así con medias y zapatos de baile, vos, uno de los elegantes de la fiesta y de una fiesta que se da en vuestra casa! ¿Qué significan estos arranques? ¿Se ha mostrado cruel la señorita Nancy y queréis contrariarla estropeando vuestros carpines? ¡Oh! todo ha sido desagradable para esta noche.

¡Ah! ¡ah! dijo Dunsey, volviendo la cabeza de lado y tratando de hablar con una vocecita aflautada . Y la linda señorita Nancy estará allí, y bailaremos con ella, y le prometeremos no ser malo, y volveremos a entrar en favor y... Tened la lengua al hablar de la señorita Nancy, pedazo de tonto dijo Godfrey rojo de cólera , u os estrangulo.

Es cierto, pero suponte que tu padre lleve las cosas a tal punto que te veas obligado a comprometerte con ella y tener que dar las razones. Corta tu lengua y no me mortifiques. Puedo ver los ojos de Nancy tales como me mirarán y ya siento su mano en la mía.

Pero agregaba que «no amar más que una vez y amar siempre» era la divisa de una mujer sincera y pura, así es que ningún hombre tendría jamás el derecho de destruir las flores secas que conservaba y conservaría siempre como un tesoro por el amor de Godfrey Cass. Y Nancy era capaz de sostener en las circunstancias más penosas la palabra que se daba a misma.

El extremado terror de Nancy había vuelto. Sus ojos, llenos de espanto, se encontraron como en una crisis en que el efecto se hubiera suspendido. Nancy dijo Godfrey lentamente , cuando nos casamos, yo os oculté algo... algo que debí deciros. Aquella mujer que Marner encontró muerta entre la nieve... la madre de Eppie... aquella mísera mujer... aquella mujer era mi esposa. Eppie es mi hija.

Palabra del Dia

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