Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de octubre de 2025
El sacerdote se interpuso en aquel momento invitándola a dejar los pensamientos mundanos. La enferma le escuchó con humildad, repitió devotamente las oraciones que le leía en alta voz. El médico y el duque se acercaron para ponerle un revulsivo; pero observando que comenzaba el estertor, el médico hizo un gesto y cogió por el brazo al duque para sacarlo fuera de la estancia.
Aquí no soy el señor Salvi fue la réplica tranquila del monje. Me conocen como fray Antonio de Arezzó, o, más breve, fray Antonio. El nombre de Salvi me lo dio el pobre Blair, que no quiso introducir entre sus amigos mundanos a un monje capuchino. En cuanto al origen de su fortuna, creo que conozco la verdad. Entonces ¡dígamela, dígamela! grité lleno de ansiedad.
Mientras la hija estuvo en edad de vivir escondida, la madre pudo entregarse de lleno a sus placeres mundanos; pero llegada la hora de traer a Luz a su lado, tenía que decidirse por el gato o por el perro; y esa hora llegó, y la madre escrupulosa triunfó sin lucha de la mujer liviana.
Organizaba y llevaba a cabo el rapto de la virgen con una astucia que para sí la quisieran muchos tenorios mundanos. Los lectores así lo comprendieron. Se comentó y rió no poco el dañino suelto. Al verse de aquel modo en ridículo, el excusador, que tenía un temperamento susceptible y bilioso, como todos los artistas, se enfureció terriblemente.
Si don Restituto pretendía títulos mundanos, no era por vanidad, sino por una especie de sentimiento de clase, por decoro, como si dijéramos, de aquella categoría de bienaventurados de platea y butaca a que él pertenecía, y por justificarse, en algún modo, con los de galería y cazuela.
El tiempo fue pasando por él como la onda sobre el lecho del río, haciendo la superficie más tranquila, pero agitando el fondo y profundizando el cauce. Es imposible pintar la invasión lenta y gradual que hicieron en su alma las cosas y los errores mundanos.
En el punto de honor, era un caballero antiguo, abierto, desprendido, pródigo hasta el exceso con las mujeres; calavera sin escrúpulos en materias parvas; burlón de los avaros y de los necios, lengua libre y corazón de oro en medio de los terribles defectos mundanos que le atribuían ciertas mamás consternadas por su mala fama.
Horrorizado y confuso, conoce entonces que en su ansia de placeres mundanos sólo le espera al fin la muerte, y declara á Satanás que el trato hecho con él es nulo, no habiendo cumplido lo pactado.
Después de exclamar, con el muy elocuente Obispo de Hipona: ¡Gran cosa es el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios!, ¿quién ha de preocuparse de que en esta baja tierra le hagan o no le hagan caso? Si ha de consistir nuestra aspiración en ser perfectos como nuestro Padre que está en el cielo, ¿qué añaden a la suma de lo perfectible las vulgares alabanzas y los honores mundanos?
7 Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos. 8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9 Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre. 10 Venga tu Reino. 11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Palabra del Dia
Otros Mirando