Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de julio de 2025


A nosotros mismos, a pesar de seguir nuestra jornada, marchando sobre espinas y entre sombras la vida nos es grata. Nada tememos más sino la muerte... ¿Y si tuvieran esas flores alma? ¡Quién sabe si sintieran asimismo temor de verse lacias! No; déjalas vivir. Que vivan siempre en su palacio de hojas y de ramas; que las encuentre allí la mariposa, su eterna enamorada;

Ha llegado usted a su casa, señor parisiense me gritó de repente el conductor de la diligencia, y con la fusta apuntaba a mi verde colina, con el molino clavado en la cúspide como una mariposa gigantesca. Bajé del vehículo apresuradamente. De paso junto al amolador, intenté mirar más abajo de su gorro, hubiese querido verlo antes de marcharme.

Sus brazos cayeron á lo largo del cuerpo como muertos, y su abanico palpitó entre sus dedos como una mariposa herida. Jacobo se aproximaba con la mirada dura é imperiosa. Atravesó los grupos y aproximándose á ella logró aislarla entre mis Harvey y él.

Distinguía estas dos ideas en absoluto, sin que influyera nada en él ni la idea de utilidad, ni aun la de bondad. Pareciole encantadora una mariposa que extraviada entró en su cuarto. Un tintero le parecía horrible, a pesar de que su tío le demostró con ingeniosos argumentos, que servía para poner la tinta de escribir... la tinta de escribir.

Un alma inocente es como las alas de una mariposa, a las que no se osa tocar por miedo de hacer caer el fino polvillo de oro y azul que nada puede reemplazar después. La pureza de un alma virgen realiza la idea que yo me formo de lo divino, es decir, de algo primordial, superior a todo conocimiento, antagónico con la ciencia misma, en una palabra, sublime.

Paseábanse con los dedos enlazados, hablando apenas y mirándose, de tiempo en tiempo, en los ojos, sin sonreír. La doncella le llevaba a los sitios más frondosos y ocultos. Allí la naturaleza les descubría en la mariposa, en el pájaro, en el más menudo insecto, su impura inocencia. El mágico deseo palpitaba, aleteaba, chirriaba ante ellos, en la quietud blanda y calurosa del verano.

Dejó la visita a Pilar más impaciente, más calenturienta, más excitada que nunca. Pilar se consumía; a toda costa quería salir de Vichy, volar, romper el opaco capullo de la enfermedad y presentarse de nuevo, brillante mariposa, en los círculos mundanos. Creía de buena fe poder hacerlo y contaba con sus fuerzas. No menos que ella se impacientaban otras dos personas: Miranda y Perico.

En la rosa había asimismo belleza extraordinaria, reflejo de la idea; perfección de formas, que encierra puros pensamientos artísticos. Esto sólo puede comprenderlo la inteligencia. Sólo el espíritu puede gozar de todo esto. Es así que la mariposa no tiene inteligencia, ni espíritu, ni siquiera olfato: luego al rosal le faltaba lo mejor. Sus prendas de más valía quedaban sin fin y sin propósito.

Pasó por debajo del arco que comunica el palacio con la catedral y entró en la parte más desahogada y esclarecida de la travesía. Un reverbero de aceite engastado en la esquina servía para iluminarla toda. El cuitado hacía inútiles esfuerzos, secundado por la gran mariposa de hoja de lata, para enviar alguna claridad a los confines de su jurisdicción.

Pasaba sin querer detenerse, contemplando con lástima a los que penetraban en el sitio maldito, viejos y jóvenes, espoleados todos por la misma idea de crear fortuna sobre base de arena; mirábales al rostro y sorprendíale la palidez intensa, la mirada inquieta, el respirar anheloso, de los que corren tras una quimera, como tras la mariposa un niño, y a intervalos, ya ponen sobre ella la mano, como la retiran desengañados, se agitan, se revuelven y consumen en estériles esfuerzos.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando