Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Esa estela la abrió en el Océano de la historia el intrépido marino Hernando de Magallanes.
Sus conmisioneros hablan de él con singular estima, y no le ponen otra falta que de muy intrépido en los peligros y riesgos, cuando había de llevar la ley divina entre los bárbaros é infieles; y he oído á un Superior suyo que no acababa de maravillarse cómo siendo de complexión delicada, y enfermizo, podía tolerar tantas fatigas y tener tanto aliento y vigor cuando emprendía algún negocio del servicio de Dios, á que se añade que trabajaba en un clima muy destemplado, poco sano á los naturales y mucho menos á los forasteros.
Era el amo de este castillo uno de aquellos Arabes que llaman ladrones, el qual entre mil atrocidades solia hacer alguna accion buena; robaba con una furiosa rapacidad, y daba con prodigalidad: intrépido en una accion, de buen genio en el trato de la vida, bebedor en la mesa, de buen humor quando habia bebido, y sobretodo sin solapa ninguna.
Coleta, agotados los elogios al intrépido cazador, cuyas hazañas conocían mejor que él los que le escuchaban, iba ya a emprender el camino hacia Madrid, cuando su instinto de parásito le hizo fijarse en un carro descubierto que avanzaba con lento balanceo sobre los relejes de la carretera.
Este joven intrépido, que se acercó al polo más que ningún otro mortal, al morir ganó la corona con que adornaron su tumba las sociedades científicas de Francia: el primer premio de geografía. En su relato, que encierra hechos tan terribles, hay uno conmovedor, el cual da la medida de los sufrimientos inauditos anejos á tal viaje: hablamos de la muerte de sus perros.
En 1818, después de la guerra europea, reemprendióse esa guerra contra la Naturaleza, la investigación del gran paso, iniciándose con un grave y extraño acontecimiento. El intrépido capitán John Ross, mandado con dos buques á la bahía de Baffin, fué víctima de las fantasmagorías de ese mundo misterioso.
Al seguir el muro exterior del jardín, Ferragut encontró á las dos señoras. Cotemplaban las flores á través de los barrotes de una puerta. La más joven expresaba en inglés su admiración por unas rosas que balanceaban su púrpura en torno del pedestal de un viejo fauno. Ulises experimentó un irresistible deseo de mostrarse intrépido y galante.
Sucedió á Hakem el débil Hescham II; mas ¿no fue bajo el reinado de este que salió de entre la muchedumbre de tus soldados ese intrépido Almanzor, terror de los ejércitos cristianos, héroe que hizo morder el polvo de la tierra á cuantos se atrevieron á medir con él su lanza, varon tan celoso de su dignidad, que al sentirse herido en Calatañazor y al creer segura su derrota, rasgó los vendajes que detenian su sangre para morir sobre el campo de batalla? ¿Cuándo arrojó mas vivos resplandores el astro de tu fortuna y de tu gloria?
Las tripulaciones estaban aburridísimas, pero Magallanes dijo: ¡Adelante! y buscó, dió vueltas, desenmarañóse en medio de cien islas, penetró en un mar sin límites, aquel día pacífico, cuya denominación ha conservado. El intrépido navegante encontró su tumba en las Filipinas.
En nuestros días el intrépido Franklin queda perdido en medio de los hielos; el encuentro de su cadáver nos ha descubierto que reducidos al último extremo, él y los suyos, tuvieron que apelar al más atroz de los recursos: ¡ á comerse los unos á los otros! Cuanto puede desanimar á los hombres hállase acumulado desde que el navegante comienza á penetrar en las regiones del Norte.
Palabra del Dia
Otros Mirando