Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de octubre de 2025


Déjate de cumplimientos entre nosotros; ya sabes que yo soy franco y castellano viejo: el pan, pan, el vino, vino; por consiguiente, exijo de ti que no vayas a dármelos, pero estás convidado. ¿A qué? A comer conmigo. No es posible. No hay remedio. No puedo insisto temblando. ¿No puedes? ¡Gracias! ¿Gracias? ¡Vete a paseo! Amigo, como no soy el duque de F... ni el conde de P...

La marquesa miraba de hito en hito a Simón mientras éste iba hablando; pero en Simón caían aquellas miradas, que no eran de miel, como chispas de pedernal en un montón de nieve. En seguida le dijo: Insisto en que se ha robado mucho en esta casa; mucho más de lo que se ha gastado en ella..., y hasta cómo se ha robado... Perdone la señora marquesa que, como administrador...

Entonces no insisto replicó don Simón, aflojando su mano hasta soltar las de don Recaredo. Vaya usted en la inteligencia díjole éste con cierta sonrisilla y dando dos pasos atrás de que para hacer por usted cuanto me fuera posible, bastaban las cartas de sus amigos.

¿Otra vez? : insisto en creer que no hay para ti más esperanza que yo. El marcharme ahora no quiere decir que te abandone, no. Me voy para ocuparme de ustedes; yo me enteraré de lo que vale ese muchacho. Si no es digno de ti.... En este momento una voz apagada, trémula y conmovida pronunció distintamente en el corredor la palabra "Clara".

Yo no he de hallar extraño que le haya dicho a usted lo mismo que a me ha revelado; máxime, cuando sus propósitos armonizan con los de usted y también, según parece, con sus inclinaciones. Pero, Amaury, yo le juro a usted... ¡Extraño tesón! no hay para qué jurar ni negar nada; insisto en que tiene usted razón y en que no podía ser su elección más acertada.

Bien dicho, hija mía dijo en tono sentido su madre . Haz bien y no mires a quién. Haz mal y guardarte has, como dice el refrán. Insisto en preguntar dónde se halla continuó Rafael , porque le traigo una carta. ¡Una carta! ¿Y de quién? De su marido. ¿Le has visto? preguntó con interés la condesa. ¿Pues no decían que estaba en Alemania? No es cierto.

No es posible. No hay remedio. No puedo, insisto temblando. ¿No puedes? Gracias. ¿Gracias? No faltarás si no quieres que riñamos. No faltaré, dije con voz exánime y ánimo decaído, como el zorro que se revuelve inútilmente dentro de la trampa donde se ha dejado coger. Pues hasta mañana; y me dió un torniscón por despedida.

No muchos años antes, el maestro de caligrafía de su colegio, un viejecito modesto y callado, en una comida en casa del director, como hubiera bebido algo más de lo justo, exclamó de repente: «¡Insisto en la necesidad de la reforma radical de la enseñanzaNaturalmente, aquello provocó un escándalo.

No; y precisamente por eso se alejó de mi hijo, pues no quiso contraer deudas para asociarse á sus gastos... ¡Ese fué el principio del desastre! Perdóneme usted si insisto, pero es de toda necesidad. ¿Cuando Jacobo conoció á esa desgraciada mujer que le condujo á la locura... á esa Lea Peralli, estaba todavía Sorege en buena amistad con él? Seguramente.

Basta de broma... basta de carnaval.... No quiero más fiestas.... Estoy cansada.... Ayer me hizo daño el baile... no quiero más... no quiero más.... ¿No te obedecí ayer...? Basta por Dios, basta. Bueno, hija, bueno... no insisto. Y calló don Víctor, perdiendo parte de su alegría. No se atrevió a hacer uso de aquella energía que Dios le había dado. «No había para qué estirar demasiado la cuerda».

Palabra del Dia

dispénseme

Otros Mirando