Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de junio de 2025
El moro le abre sus puertas y penetra en su dormitorio; pero la dama lo recibe con la orgullosa majestad de la inocencia ofendida, y lo reconviene tan vivamente por su indigna conducta, que él renuncia á su pasión, y para borrar su falta hace á Dorotea un cuantioso regalo, que, aumentando considerablemente su fortuna, la habilita para dar su mano á D. Juan con anuencia de su padre.
No concibo que la señora duquesa sea capaz de tomar esa venganza mezquina, máxime cuando al negarme ahora a complacerla, estoy evitando que la señora duquesa se haga responsable de una acción indigna. Chico, te desconozco. Me has atacado ahora por el punto vulnerable. Tienes razón.
Después me hizo explicarle lo que pasaba en la escena: halló el matrimonio del tenor y la tiple muy proporcionado, pero compadecía de veras al barítono, á quien birlaban la novia; quedó sumamente disgustada cuando al fin del acto el tenor se ve en la precisión de acompañar á la reina y dejar abandonada á su futura, y declaró resueltamente que ésta era una conducta indigna.
Pero la Majestad ofendida del Príncipe natural, aunque remita el castigo, queda siempre viva en el ánimo la memoria de la ofensa; y aunque no fuera bastante para hacerles agravios, por lo menos impidiera el no servirse de ellos en los cargos supremos: cosa indigna de lo que merecían sus servicios, nobleza y cargos administrados en paz y guerra.
La propia alabanza es cosa ruin e indigna de personas bien nacidas. ¿Estará mucho en Cádiz el Sr. D. Gabriel? Hasta que concluya el sitio, señora. Después pienso dejar las armas y seguir en mi ardiente vocación, que me impele a la carrera de la Iglesia.
Pero lo singular es que ha entrado en mi alma, en estos días, un sentimiento tan hondo de humildad, que hasta de D. Casimiro me hallo indigna. Á solas conmigo he penetrado en el fondo de mi conciencia y me he perdido allí en abismos tenebrosos.
En casi cuatro meses que hemos abandonado París, no ha escrito ni recibido una carta; el olvido se hace en su corazón lejos de la indigna que le perdía. La ausencia que fortifica las pasiones honradas, mata en muy poco tiempo aquellas que sólo subsisten por el hábito del placer. »Quizá también nuestra buena Germana llegue a participar de ese amor.
Hasta hay jóvenes que escriben, usurpando la pluma a las mujeres. Esto indigna á nuestros venerables personajes del tiempo de la Verdadera Revolución que aún no han muerto, los cuales son partidarios del método antiguo y proclaman la necesidad de que el hombre, para ser virtuoso, debe vivir metido en su casa y no saber leer.
Si la cuestion se presentase bajo el punto de vista de Dugald-Steward, seria hasta indigna de ser ventilada: en buena filosofía no puede disputarse sobre cosas no solo absurdas sino ridiculas.
¿Indignidad? ¿Llama usted indigna a la araña que ahoga a la pobre mosca en su tela, o al milano que cae sobre el inocente polluelo y lo arrebata por el aire? La mosca, el pollo y yo merecemos la misma suerte por haber nacido. Porque el delito mayor del hombre es haber nacido, ya lo ha dicho Calderón, que era sacerdote como usted.
Palabra del Dia
Otros Mirando