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Actualizado: 29 de junio de 2025
23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para volverlos a injertar. 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de vosotros mismos; que la ceguedad en parte aconteció en Israel, para que entre tanto entrase la plenitud de los gentiles;
Me costó gran trabajo apaciguar la cólera de Latour y hacerle comprender que era imposible que sus sospechas fuesen fundadas, por lo que salió más extrañado de mi incredulidad que convencido de mis razones. Me estaba reservado para hoy sostener una discusión más difícil, discusión para la cual, por lo que te vengo escribiendo desde hace algunos días, estarías seguramente más preparado que yo.
Aquí subieron de punto la consternación y el asombro del padre vicario. Si el santo de su mayor devoción hubiera sido arrojado del altar y hubiera caído a sus pies, y se hubiera hecho cien mil pedazos, no se hubiera el vicario consternado tanto. Todavía miró a Pepita con incredulidad, como dudando de que aquello fuese cierto y no una alucinación de la vanidad mujeril.
«¿Qué está usted diciendo? replicó Guillermina indignada . ¡Jacinta desear que maten a nadie!... ¡O usted es tonta o ha perdido el juicio!». Tampoco... tampoco... Jacinta no desea el mal del prójimo, y sabe que debemos amar a nuestros enemigos y hacer bien a los que nos aborrecen. Con un ju ju melancólico expresaba Fortunata su incredulidad. «¡Ay!, ¿no lo cree?...». ¡Que me desea bien a mí!
Al cabo, el vocablo cajigalinas, de origen semítico, apareció nuevamente en sus labios, y desde entonces no volvió a entrar en las habitaciones de la señora sin que una fina sonrisa de incredulidad vagase por su rostro atezado. Ricardo permaneció todavía un rato al lado de doña Gertrudis y después salió a dar vueltas por la casa en busca de las niñas.
En aquel momento supremo vaciló la fe del creyente y se quebrantó la incredulidad del esceptico: el místico se sintió mordido por la duda y el desengañado se dejó seducir por la esperanza. Todo lo trastornó el brutal zarpazo del dolor. Luciano, el médico, cayó de rodillas ante el crucifijo adorando a Dios en espíritu y en verdad.
Pero el viejo movía la cabeza en señal de incredulidad y se ha puesto a relatar el objeto de su visita. Este viejo ha dicho que él es autor cómico. Azorín se ha quedado estupefacto. Autor dramático, acaso; pero cómico le parecía una enormidad. Luego ha añadido que a él le han dicho que Azorín tiene en Madrid muchas relaciones y que podrá ayudarle, porque es muy benévolo.
56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todo esto? 57 Y se escandalizaban en él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa. 58 Y no hizo allí muchas maravillas, a causa de la incredulidad de ellos. 1 En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,
Un puñado de oro, economizado sueldo a sueldo. ¿Un puñado de dinero? dijo la señora de Bruinsteen, riendo de incredulidad . ¿Pensáis que no sé cuántas acciones de la deuda del Estado y cuántos títulos de empréstitos encerráis allá arriba, en vuestra caja de hierro? Vamos, vamos, no os enojéis, mi buen Mathys, no os envidio de ningún modo vuestro tesoro.
Algunas personas decían que Marner debía haber tenido un «ataque», palabra que parecía explicar cosas de otro modo increíbles; pero el señor Macey, gran argumentador y chantre de la parroquia, sacudía la cabeza con incredulidad, y preguntaba si se había visto nunca a nadie perder sus facultades sin que rodara al suelo.
Palabra del Dia
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