Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de mayo de 2025


En aquel instante supremo, la pobre niña, loca de terror, dejó escapar un grito de angustia, y viendo relucir algo en las tinieblas, las pistolas de Lorquin, las arrancó del cinto del doctor, con la rapidez del relámpago, e hizo fuego con las dos a la vez, quemando las barbas de Yégof, cuyo rostro rojizo se iluminó al resplandor de los fogonazos, y destrozando la cabeza de un cosaco que se inclinaba hacia ella con los ojos desencajados por insanos deseos.

Una sonrisa seráfica iluminó su rostro de repente, y volviéndose a Petra, señaló a la galería: ¡Es mi macho! ¡es mi macho! ¿oyes? estoy seguro... ¡es mi macho!... y tu amo que decía... que su canario... que iba a cantar primero... oyes... ¿oyes? es mi macho, se lo he prestado quince días para que lo viese vencer... ¡es mi macho!

Cuando se vio en el carruaje, calle de Alcalá abajo, saludado por la muchedumbre que no había presenciado la corrida, pero estaba ya enterada de sus triunfos, una sonrisa de orgullo, de satisfacción en las propias fuerzas, iluminó su rostro sudoroso, en el que perduraba la palidez de la emoción.

Reynoso, sin pasar delante de ella como tenía por costumbre, quiso abrir la puerta de madera que comunicaba con el bosque, pero antes de hacerlo lo divisaron los chicos del jardinero que volaron hacia él dando chillidos penetrantes. Quedó un instante inmóvil y una sonrisa de alegría iluminó su semblante enfoscado. Las palomas habían tenido menos suerte. ¿Qué queréis? preguntó fingiéndose serio.

Mucho tiempo permanecí anonadado; pero súbitamente un rayo de luz iluminó mi mente. Casi todos los días acudía yo al anfiteatro de la Academia y presenciaba los cursos. Recordé que en la mañana de aquel día, se había recogido en la calle el cadáver de una joven del bajo pueblo que había sido atropellada por un tranvía. Tendría la misma edad, más o menos, que Matilde.

Se le concluyó el ánimo; creyó que no le quedaba más recurso que cerrar los ojos, que ya no veían, y dejarse morir allí, dejarse arrastrar por aquella agua que iba hacia el río con precipitación vertiginosa. Un relámpago intenso iluminó aquel abismo. Entonces pudo ver á la repentina luz las dos masas obscuras de casas que á un lado y otro se alzaban.

Muy silencioso está usted y muy triste para ser un hombre á quien se han puesto debajo de la nariz las más hermosas muestras de una bodega sin rival y ante los ojos los más bonitos hombros de París. Tragomer levantó la frente y una sonrisa iluminó su semblante.

Mientras duraron nuestros ruegos, la hermana San Sulpicio mostraba en los ojos una inquietud ansiosa; sus labios rojos temblaban de anhelo. Cuando la superiora dio al fin la venia, todo su cuerpo se estremeció y una sonrisa de dicha iluminó su rostro expresivo. Pero nos faltaba lo más difícil: convencer a la hermana María de la Luz.

Al oír esto, la cara arrugada del viejo se iluminó con una severa sonrisa, y observó: No hay duda, hará una espléndida conquista matrimonial. ¡Ah! si usted pudiera conseguir que le dijera todo lo que sabe, lo pondría en posesión del secreto de su padre. ¡Qué! ¿acaso ella lo conoce? exclamé. ¿Está usted seguro de eso? Lo estoy; ella sabe la verdad. Pregúnteselo.

Por otra parte, la anemia de Laura le había dejado una penosa preocupación. La recibió Carmen con aire muy alegre; pero esquivando su mirada parecía reprimir con trabajo las ganas de reír. José Luis, dijo al fin, viene ahora casi todos los días, ¿sabes? La alegría iluminó también la cara de Adriana. Carmen comenzó entonces a reír con todas sus ganas. ¿Se ha reconciliado con Laura?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando