Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Habían afirmado en Sicilia la dinastía de Aragón, expulsando definitivamente á la dinastía francesa á fines del siglo XIII; pero los nuevos reyes ignoraban cómo mantener á esta milicia inocupada y temible, hasta que del seno de ella surgía un aventurero de genio, Roger de Flor, que la llevaba á Oriente al servicio de los emperadores de Bizancio, amenazados por las primeras agresiones de los turcos.
Nada sabían de las ciencias y las artes de la salud y la riqueza en la tierra, teniendo apenas conocimientos rudimentarios de agricultura, pero eran eruditos en milagros y reliquias, y profundamente versados en historias de santos, de brujas, diablos, duendes, fantasmas y sucedidos maravillosos; ignoraban casi toda la historia y la geografía de este mundo, pero sabían perfectamente la historia y la geografía del otro, habiendo llegado hasta determinar la ubicación, la capacidad, la extensión y la población del cielo, el purgatorio y el infierno, y el nombre de los ángeles, que lo tienen, dice Hubbard, "para que la lavandera no les confunda la ropa".
En las circunstancias dolorosas para mi madre y para otros varios miembros de la familia, la señorita de Orleans nos había favorecido con cariñosa solicitud y con una generosidad sin límites: yo no podía ni puedo olvidar los bienes recibidos de esta augusta familia, y mi marido y mi hijo ignoraban estos transportes íntimos que yo no podía tampoco confiarles. ¡Júzguese de mi asombro y de mi aflicción, al considerar que esta excelente princesa pudiese atribuir mejor que a un error, a ingratitud u olvido, una ofensa al nombre de su casa salida de la mano de mi hijo!
Los esplendores de mariposa con que los viste la Naturaleza no podían apreciarlos. Como el enfermo daltoniano, todos ellos ignoraban los colores y sólo conocían las diferencias de claridad. Un absoluto silencio acompañaba á su visión incompleta. Todos los animales acuáticos eran sordos, ó más bien, carecían completamente de órganos auditivos, por serles innecesarios.
Preferiría que volviéramos a la playa, ahora que tenemos una caldera. Podríamos muy bien pasarnos sin la otra. ¡Oh, oh! exclamó Van-Horn . ¡A tierra todo el mundo! Oíase en el aire un extraño ruido que se acercaba rápidamente. Los cuatro holandeses se dejaron caer al suelo, aunque Hans y Cornelio ignoraban el peligro que les amenazaba.
Eran esclavos todos ellos, gente innoble y de mala catadura. Muchos habían sido perseguidos por la policía y habitado los establecimientos penitenciarios. Además, todos ignoraban el idioma del gigante, y éste tenía que hacerse respetar empleando gestos amenazadores.
Sólo unos cuantos metros separaban la vida moderna que circulaba por lo alto de aquella hondonada, donde aún subsistían las tradiciones de la existencia nómada, la barbarie de una raza errante insensible a todo progreso. Las dos vidas rozábanse diariamente, pero se ignoraban, se desconocían, sin que los de abajo, en su aislamiento, sintiesen la más leve influencia de los de arriba.
No había nada en el mundo más imponente que aquel espectáculo, que semejaba una aparición satánica; porque el profundo silencio de la tripulación del réprobo, su inmovilidad, el buque negro que, a los ojos de los españoles, que ignoraban que el gitano tuviese dos tartanas, parecía surgir del fondo del abismo en medio de oleadas de luz y de llamas, en el momento mismo en que la creían destruida para siempre; el rostro tranquilo y frío del condenado, cuya mirada tenía algo de sobrehumano, todo esto debía aterrorizar al desgraciado Massareo y a sus acólitos que no vieron en esta aventura pirotécnica más que el triunfo de Satanás.
Ha sucedido en 1843, que en Buenos Aires las harinas tenían un precio exorbitante y las provincias del interior lo ignoraban; algunos que tuvieron noticias privadas de sus corresponsales, mandaron cargamentos que les dejaron pingües utilidades. Entonces las provincias de San Juan y Mendoza, en masa, se movieron a especular sobre las harinas.
Se le hicieron numerosas preguntas, pero no quiso satisfacerlas. Ya diría más adelante lo que le había pasado. Lleváronla á casa y se acostó y estuvo dos días enferma. Manifestó á su madre que se había caído casualmente por el respiradero abierto en el castañar y cuya existencia ignoraban todos. No dijo una palabra de Plutón. Creía haberle matado y esta idea la llenaba de terror.
Palabra del Dia
Otros Mirando