United States or Dominica ? Vote for the TOP Country of the Week !


La espera, mirando hacia el río, y su pensamiento, entretanto, vuela al escritorio que acaba de abandonar, abre el libro mayor, y verifica las cifras amontonadas al pie de cada hoja. Es evidente; la casa se hundirá, como edificio de cartón, a pesar de toda su inteligencia, de toda su probidad y de todo su cuidado: no hay equilibrio entre las entradas y las salidas.

Y volviéndose hacia los jóvenes, dijo: Hijos míos, no hay que titubear, es preciso recibirla ... así, con sangre fría. Hablad poco ... y escuchad mucho ... Si se dicen atrocidades, es mejor que las diga Clementina ... Aquí estoy yo ... ¿? Entonces, seguidme.

Por encima de las aguas casi invisibles del riachuelo, entrelazaban su tupido ramaje las clemátides y madreselvas silvestres y se hacía tan espeso en aquel sitio el bosque de hayas y otros árboles, que reinaba allí una oscuridad verdaderamente crepuscular.

Llamó con mano temblorosa, y casi al mismo tiempo abrió la puerta, no una criada, ni la esperada niñera, sino la propia Cristeta, cuya esbelta figura destacó sobre la pared blanca de un pasillo. Estaba vestida y peinada con adorable sencillez; el traje, de lana oscura sin adornos; el pelo, modestamente recogido hacia las sienes.

Sintió él que perdía el aplomo, creyó que iba a decir o hacer alguna atrocidad; y sin poder contenerse, se puso en pie delante de ella. ¿Se marcha usted ya? «Si yo me arrojo a sus pies ahora, ¿qué pasa aquíse preguntó don Álvaro. Y sin saber lo que hacía, tendió la mano enguantada y dijo temblando: Anita... si usted quiere... algo para las provincias....

Vivian los Cayuvavas repartidos en pequeñas tribus, cuyas poblaciones se estendian sobre las orillas de aquel grande rio, y sobre los pequeños tributarios de las llanadas del oeste , entre los grados 12 y 13 de latitud sud, y hácia los 68 de longitud occidental de París.

Ambas familias se visitaban a menudo, tratándose con la mayor cordialidad, y aun se llegó a decir que Juan Pablo no miraba con malos ojos a la mayor de las hijas del boticario, llamada Aurora, y de cuyas virtudes, talento y aptitud para el trabajo se hacía toda lenguas doña Lupe. Aprobadas la partición propuesta por Juan Pablo y la cancelación del crédito de Samaniego.

Y corriendo hacia el insolente alzó la mano y le tumbó de un puñetazo. Pero el otro jayán sacó prontamente la navaja y acudió al socorro de su compañero, el cual, no bien se hubo levantado, echó mano igualmente á la suya.

Díjoles, pues, el que hacía cabeza sin tenerla: Supuesto que ustedes van a la revolucionaria villa de Madrid, la cual se ha sublevado contra Álava, vayan en buen hora, y cárguenlo sobre su conciencia: el gobierno de esta gran nación no quiere detener a nadie; pero les daremos pasaportes válidos. A

Conocerla luego y sentirse impresionado fue todo uno, por más que ella se mostrase silenciosa, esquiva y casi descortés... ¡Hacía dos años que el pobre capitán, solo y sin familia, no veía más que las indias y las gauchas del campamento!