Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de julio de 2025


«Malditos seáis... gritó la zancuda, cuando vio aquellas fachas horrorosas . ¡Pero cómo os habéis puesto así, sinvergüenzones, indecentes, puercos, marranos...!». En el nombre del Padre... exclamó Guillermina persignándose . ¿Pero has visto...?

29 Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado al SE

Dejad estos silenciosos lugares en que el hombre yace en un triste abatimiento; seguid como habeis seguido hasta ahora nuestras huellas.

Ella se la dio luego, y el gobernador se la volvió al hombre, y dijo a la esforzada y no forzada: -Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis mostrado para defender esta bolsa le mostrárades, y aun la mitad menos, para defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza.

No ha de ser aquí donde yo os oiga, dijo doña Guiomar, y donde a esa sinventura deje; que ya que vos decís, y yo quiero creerlo, que como hidalgo y cristiano la habéis amparado, ampararla quiero yo, que mejor podré hacerlo y más honestamente, dado que mujer soy y viuda.

Con esto suspendió el auditorio que había llamado senado, y les encendió el deseo de no dejar de ver todo lo que yo sabía. Volvióse a mi amo, y dijo: "Volved, hijo Gavilán, y con gentil agilidad y destreza deshaced los saltos que habéis hecho; pero ha de ser a devoción de la famosa hechicera que dicen que hubo en este lugar."

, señor, vos... vos me habéis dicho no qué acerca de mi mujer... ¡Yo! , señor. El tío Manolillo me ha dicho también algo de eso. ¡También el tío Manolillo! Y el duque de Lerma. ¡Cómo! Y doña Clara Soldevilla. ¡Ah! Y, por último, esa mujer á quien Dios confunda... ¡Oh! ¡Dios mío! ¡como la otra! ¡como la otra! ¿Como qué otra? Como Verónica: ¿no os acordáis de mi primera mujer? ¡Ah!

por cierto; me buscáis el asonante. ¡Sois terrible! Soy... Quevedo. ¿Habéis acompañado á una dama? ; ¿quién os lo ha dicho? Los enredos son mi sombra; en viniendo yo á la corte, se vienen á mi los tales á bandadas, y lo que es peor, enrédanme, me sofocan, me traen de acá para allá, me sudan y me trasudan, y ni con reliquias de santo que lleve encima, dejan de acometerme.

Siendo como sois sobrino del cocinero mayor del rey, y viniendo como vendréis por esta razón, con frecuencia, á palacio, me veréis de seguro. ¿Pero vos no haréis nada porque yo os vea? No respondió fríamente la dama. ¡Ah! perdonad, señora. Estáis perdonado; ahora sepamos: ¿habéis muerto á don Rodrigo Calderón? No lo , señora; sólo que le he tirado á muerte. ¿Os ha conocido don Rodrigo?

¿De que ese mancebo...? ¡vaya! al verle me acometió una sospecha; pero cuando me habéis dicho que es hijo de un Montiño... no pude dudar... como que... ya se ve, estoy en el enredo... ¿Acabaremos, hermano bufón? Si, por ejemplo, ese mozo en vez de llamarse Juan Montiño se llamase don Juan Girón... ¡Diablo! exclamó Quevedo. ¡Cómo! ¿no lo sabíais, don Francisco? Algo se me alcanzaba.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando