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Actualizado: 20 de julio de 2025
Cabalito: era un sujeto buenísimo, pero de los que se comen los santos, y que hiló el negocio con gran finura. Tomó cariño a Tirso, eso es indudable.
Leí con avidez esa parte del libro: creí encontrar mucho nuevo: los recuerdos de un hombre que ha estado en contacto con la flor y nata de los literatos de aquella nación privilegiada; las picantes observaciones que presagiaba el sostenido prurito de escepticismo y cierta sal andaluza que campea con galana finura en muchos pasajes de este libro.
Queriendo hacer algo, se quitó los guantes é intentó lavar los platos; pero inmediatamente volvió á ponérselos temiendo que el agua fría perjudicase la finura de sus dedos y el brillo de sus uñas. Precisamente, en los momentos de desesperación por su nueva existencia, lo único que le proporcionaba cierto alivio era contemplar melancólicamente sus manos.
Pero también, señores, ¡cuán delicado me mostraba yo con ella! ¡extraordinariamente delicado, les aseguro!... La trataba como si fuera la princesa de un cuento de hadas; todos los días descubría yo en mi corazón nuevas fuentes de delicadeza, y me sentía positivamente orgulloso de mi refinada finura.
El Duque, que había mandado delante un regular equipaje, tenía los enseres necesarios para pintar, y aprovechaba los ratos en que se le dejaba libre para bosquejar horrendos paisajes dignos del fuego eterno. Sus relaciones con la familia de Belinchón eran de estricta finura, una cortesía infatigable que mantenía admirablemente las distancias.
En El mayor imposible parecen juntarse toda la gracia, finura y delicadeza imaginables en una comedia. La reina Antonia de Nápoles celebra en sus jardines una especie de academia poética, en cuyas ingeniosas discusiones rivalizan las damas y caballeros de su corte. Suscítase en ella la cuestión de cuál sea el mayor imposible, sosteniendo la Reina que el mayor es guardar á una mujer.
Los pétalos de estas rosas tienen el color encendido del alba: el centro parece cáliz de oro: en el cáliz hay miel. ¿Qué ser delicado, elegante, ligero, bonito, en armonía con la rosa, podrá tocar sus pétalos sin marchitarlos, y libar la miel del cáliz con la correspondiente suavidad y finura? Una aérea, pintada y alegre mariposa, pensé yo.
No encontró la Nina en su casa grandes novedades, como por tal no se tuviera el contento de Doña Paca, que no cesaba de alabar la finura de su huésped, y la gracia con que a la conversación traía los recuerdos de Algeciras y Ronda.
En este momento entraron otros visitantes en el salón, con tal estrépito, que la conversación se suspendió. Grande fue la sorpresa general al ver que eran el padre Tomás y la Melanval que se anonadaban mutuamente de testimonios de finura y se negaban a pasar el uno delante del otro.
Longino se acercó a ella, la saludó con socarrona finura y le dijo en voz baja, casi al oído: No sea usted tan dura y tan sin entrañas. No deje morir a quien se muere por usted de mal de amores. Déle la cita que humildemente le pide. Juanita dio un paso atrás, como quien se aparta de objeto que le inspira asco, y lanzó a Longino una mirada de soberano desprecio. Longino no la comprendió.
Palabra del Dia
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