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Actualizado: 12 de mayo de 2025
Lisarda no puede ser conocida de ellos, porque cubre su rostro con una máscara: primero quiere sacrificarlos para saciar su odio á todo el género humano, pero las palabras de su anciano padre conmueven su endurecido corazón, y desde este instante determina expiar sus yerros haciendo la penitencia necesaria.
Decid... ¿si él me ama y me considera digna de él, será justo que me haga expiar tan duramente mi fortuna?... Decid... ¿no debe aceptar ser mi marido? Juan dijo gravemente el anciano sacerdote, ¡sé su esposo... es tu deber... y será tu felicidad! Juan se acercó a Bettina, la tomó en sus brazos y posó en su frente un primer beso.
El más madrugador, saliendo en la semiobscuridad del crepúsculo, percibiría una vaga figura de pie en el lugar consagrado á expiar los crímenes y delitos; y casi fuera de juicio, movido de susto y de curiosidad, iría llamando de puerta en puerta á todo el pueblo para que viniese á contemplar el espectro, pues así se lo figuraría, de algún difunto criminal.
Durante muchos días y bien podría decir por espacio de muchos meses, la imagen de Magdalena ofendida y tan llena de angustia me persiguió como un remordimiento y me hizo expiar cruelmente mis faltas.
Tres años de suplicio, amor mío, acostándose sobre un lecho de aquellas piedras, sin dormir, sin descanso, golpeada cada día, y viviendo del alimento más miserable, en el cual echaban animales inmundos, para mortificarla y hacerla expiar su crimen, según decía la superiora. ¡Por el disco del sol! exclamó el gitano ; entonces, ¿si nos sorprendiesen?...
María Calderón, poco después del nacimiento de este hijo , para expiar las faltas de su vida anterior, entró en un convento de monjas, en donde, estimada generalmente, llegó á la dignidad de superiora. Bárbara Coronel, llamada la Amazona, porque, descontenta de la debilidad de su sexo, se vestía de hombre casi siempre, viéndosele de ordinario á caballo.
Pero ¿debo yo vivir libre todavía? ¿Será suficiente mi vuelta a la fe; bastará que en todo este tiempo me haya ocupado en reparar el mal que he hecho? ¿No estoy obligado a dar al mundo una prueba de mi conversión, de los alcances de ésta? ¿Y no debo expiar para merecer verdaderamente que se me perdone?... Tengo dos caminos por delante.
Jamás me perdonó el desacato para con el gran santo portugués, y me lo hizo expiar duramente excluyéndome de las golosinas y primores que solía hacer á menudo, aunque para ser verídico debo confesar que casi siempre lograba yo burlar su vigilancia. El misticismo de la viejecita fué creciendo cada vez más con la avanzada edad.
Habla, Felipe dijo Amaury, pugnando por contener la risa. Estoy arrepentido de mi culpa, tengo en cuenta el compromiso y aguardo la ocasión de expiar aquel pecado... involuntario. Bueno. Sabe, pues, que ha llegado el momento dijo Felipe con gravedad. Amaury: estoy enamorado. ¡Diablo! ¿Lo dices en serio? Sí; y esta vez no es un amor pasajero, sino una afección honda y duradera que llenará mi vida.
El hombre amado sería de otras; ¡y ella misma lo entregaba!... Pero la noble tristeza del sacrificio le infundió serenidad. Era una renuncia más para expiar sus culpas. Julio bajó los ojos, perplejo y vencido. Le aterraba la imagen del porvenir esbozada por Margarita.
Palabra del Dia
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