Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Se ha quitado una mosca de encima dijo el alférez Saltillo... y de una manera brava... estos señores pueden testificar. Ha sido una bofetada digna de que la cante un Homero dijo un poeta. Eneas haciendo rodar á Aquiles añadió otro. Un lance por una... hermosa dijo otro. De cuyo lance resultarán estocadas. ¿Queréis hacerme un favor, señores? dijo Juan Montiño. Miraron todos con atención al joven.

Entonces, Ramiro, cubriéndose con su rodela, y ebrio de sanguinario furor, comenzó a repartir estocadas en el tumulto, sintiendo, a cada golpe, el crujido de las ropas y la blandura de los cuerpos que recibían la punta como pellejos de vino. Nadie gritaba. Era una escena muda. Los que caían se quejaban apenas con el aliento.

Levantóse don Quijote en pie, y, poniendo mano a la espada, comenzó a tirar estocadas por la reja y a decir a grandes voces: ¡Afuera, malignos encantadores! ¡Afuera, canalla hechiceresca, que yo soy don Quijote de la Mancha, contra quien no valen ni tienen fuerza vuestras malas intenciones!

Si lo estoy, mi locura no tiene remedio. Oíd, prenda de mi alma. Ya que os decidís á todo, unámonos. Me importa poco si á vos os importa menos; podrá ser cuando más asunto de estocadas, y yo no soy miserable de ellas. En vez de tapujos y encierros, entraréme yo á la luz del sol en vuestra casa... y así os habréis vengado de don Fernando de Castro, que os ofendió casándose con vos.

Pues no repuso el otro soldado ; el hidalgo á quien después del lance llamaba señor el señor Francisco Montiño, es un hombre de provecho; no tiraba más que estocadas, lo vi bien, y se los llevaba delante que era una alegría verlo. Y él llamó su tío al señor Francisco; ¿qué será eso?

Lo demás, familia y amoríos, sólo servía para complicar la existencia y dar disgustos. ¡Ay, qué estocadas iba a soltar!... Sentíase con la fuerza de un gigante, era otro hombre: ni miedo ni peocupaciones. Hasta mostraba impaciencia por no ser aún la hora de ir a la plaza, muy al contrario de otras veces, en que iba retardando el temido momento.

¡Ah! ¡don Francisco! ¿por qué habéis llevado á ese hombre á mi casa? yo creo que iba provisto de un hechizo. Su hechizo consiste en haber nacido para vos. Yo lo ignoraba... le llamé porque estaba cuidadoso por él... como que había dado de estocadas á Calderón y le había quitado unas cartas de la reina. ¡De la reina! ¡las cartas de la reina! ¡que le habrá pagado poniéndole en el lugar de Calderón!

Gallardo, mientras tanto, iba hacia la presidencia para saludar, y los entusiastas incondicionales le acompañaban con un aplauso tan ruidoso como poco nutrido. No ha tenío suerte decían con su ardiente fe a prueba de desengaños . Pero las estocadas, ¡qué bien marcadas!... Eso no hay quien lo discuta.

En el puerto, los pescadores, disfrazados de musulmanes y de guerreros cristianos, fingían a trabucazos y estocadas sobre sus pobres barcas una batalla naval, o se perseguían por los caminos inmediatos a la costa.

Morsamor sacó la espada, le recibió con calma y paró con inaudita destreza todas sus cuchilladas y estocadas. Repugnaba Morsamor darle muerte. Estaba seguro de su inmensa superioridad.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando