Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de mayo de 2025


Las dos viejas, que volvían la espalda al segundo grupo, no veían nada; pero Lázaro, que estaba de frente, notaba la expresión atentamente curiosa y fascinadora de aquellos dos ojos, y se preguntaba qué podía haber en su fisonomía y en su persona que pudiera excitar la curiosidad infatigable de aquella señora.

Currita volvió bruscamente la espalda, como si temiese ver aparecer allí, pálida y airada, la sombra de la vieja dama.

Y, riéndose satisfecho, casi triunfante, volvió a guardar en su pecho, con todo cuidado, su precioso tesoro; luego se puso de pie y quedó parado dando la espalda al fuego, en la actitud de un hombre que confía completamente en lo que está escrito en el libro del destino.

No lo creo respondió Van-Horn . Creo más bien que se trata de una venganza. Preparémonos a hacer fuego. Entretanto, los arfakis sujetaban con bejucos a la espalda del desgraciado un haz de hojas secas. El prisionero lanzaba gritos y se revolvía furiosamente.

Al verlo el viejo, se abalanzó sobre Roger y rodeándole fuertemente la cintura con ambos brazos, gritó al otro que apuñaleara á su enemigo por la espalda. Acercóse el negro, recogió su arma y Roger creyó llegada su última hora, si bien no dejó de hacer vigorosos esfuerzos para derribar á su adversario, cuya garganta apretaba con furia mientras forcejeaban ambos de uno á otro lado del camino.

Su vida fue un himno permanente a todos los derechos, eterna protesta a todas las iniquidades. Fue mentor augusto, patriota insigne. Fue principio y resumen. Alfa y Omega. Sacerdote y apóstol. Mecenas y Catón. Sufrió, amó, creó. Conoció lo pasado, vislumbró lo porvenir. Fue artista, gladiador, vidente. Se echó un mundo a la espalda y con él se le vio, radioso y fatigado, camino de la inmortalidad.

Aresti creyó que se había desplomado un árbol sobre sus hombros. Fué un golpe que le sacó de su aturdimiento, haciéndole rugir de ira: un garrotazo en la espalda, que acabó con toda su bondad irónica de espíritu superior, despertando en él á la fiera.

Volvió la espalda a la ventana con los ojos llenos de alegría, porque el temor más grande de la esposa se había desvanecido. Amigo mío, me alegro de que estéis de vuelta dijo adelantándose hacia él . Comenzaba a estar...

De pronto movíase la gente en una sección del tendido: poníanse los espectadores en pie, volviendo la espalda al redondel; arremolinábanse sobre las cabezas brazos y bastones. El resto de la muchedumbre dejaba de mirar a la arena, fijándose en el sitio de la agitación y en los grandes números pintados en la valla de la contrabarrera que marcaban las diferentes secciones del graderío.

Es cosa sabida; para hacer andar un caballo remolón, no hay como verterse entre pecho y espalda un jarrito de ginebra... Pues ahí donde usted la ve, D. Andrés, la Amalita no tiene nada de arisca. Ya, ya veo que sabe usted buscarle los pliegues. Celesto rió de satisfacción hasta saltársele las lágrimas. ¡Bah! Ya se los han buscado antes que yo otros muchos.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando