Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de octubre de 2025
Las gentes, que parecían dormidas en la pesadez ardorosa del ambiente, agitábanse ahora con vivo movimiento, como si la frescura las espolease. Los atlots gritaban a un tiempo contradictoriamente, con agresiva vehemencia, dirigiéndose a los músicos. Unos pedían la llarga, otros la curta: todos se sentían fuertes e imperiosos en su voluntad.
A otros les da por lo sentimental, y el espectáculo de las aguas dormidas del lago les recuerda las novelas venecianas o las baladas de la Suiza: se dejan balancear dulcemente, inmóviles y apoyados sobre el remo, fijan la vista en un punto del espacio con expresión amarga, propia de corazones lacerados, y prorrumpen a veces en tiernas barcarolas que han aprendido en el teatro Real.
El olor de la cera, el aroma del incienso y la aglomeración de gentes, viciando la atmósfera, promovían inspiraciones largas, suspiros de desasosiego, movimiento de inquietud. En los bancos de alto respaldo había algunas personas dormidas. Otros fieles, haciendo abstracción de la fiesta, se postraban ante altares distintos.
Por último, al norte se dilatan, entre líneas de irregulares contornos, las ondas luminosas, prodigiosamente azules y trasparentes del lago, unas veces violentamente sacudidas por los huracanes que soplan de los Alpes, otras dormidas y murmurantes, gimiendo frecuentemente bajo la quilla de algun vapor ó bergantin, inmóbiles como un inmenso espejo en que se refleja todo el esplendor de los azules é infinitos abismos del cielo.
Pues bien, amable lector, aquí tienes el birrete de Merlín: hazme el favor de cubrirte con él, porque si permaneces tan visible como estás ahora, turbarás con tu presencia aquel lugar sosegado y quieto, así como un objeto cualquiera arrojado a las aguas dormidas y claras de un estanque altera su transparencia y reposo.
Las aguas de la laguna tienen una inmovilidad tan constante, un color plomizo tan pronunciado y una superficie tan siniestra, que su conjunto parece reflejar la maldición que pesa sobre las dormidas aguas del mar Muerto. A cosa de las cuatro de la tarde, bajo un cielo cubierto de negruzcos nubarrones y una temperatura sofocante, atracamos el bote á la falda de la montaña.
Muchas veces, Jaime, siendo niño, se había asomado para contemplarse allá abajo, en la pupila circular y luminosa de sus aguas dormidas. La calle estaba solitaria. Al final de ella, junto, a las tapias del jardín de los Febrer, veíase la muralla de la ciudad, y abierto en esta muralla un portalón con barrotes de madera en su arco, iguales a los dientes de una boca enorme de pescado.
Yo, que siempre guardé el comun decoro En las cosas dormidas y despiertas, Pues no soy Troglodita ni soy Moro; De par en par del alma abrí las puertas, Y dexé entrar al sueño por los ojos Con premisas de gloria y gusto ciertas. Gocé durmiendo quatro mil despojos, Que los conté sin que faltase alguno, De gustos que acudieron á manojos.
Una monja, la hermana Casilda, velaba paseándose por medio del salón, hasta después de acostadas y dormidas todas. Luego se recogía en una celdilla propia, más grande que las demás y cerrada por un cortinado más espeso. Adriana convenció a sus compañeras que podía espiarse a la hermana Casilda; seguramente no dormiría con la toca puesta.
No obstante la irregularidad de los contornos, casi se domina toda la extension del lago de un extremo al otro, y el viajero sorprendido que surca las dormidas ondas á bordo de un vapor, por el centro del valle líquido, se siente rodeado por la majestad de una naturaleza pomposa en su conjunto y alternativamente risueña ó severa en sus rasgos.
Palabra del Dia
Otros Mirando