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Actualizado: 16 de mayo de 2025
Dejando para los que escriban la historia del arte escénico el seguir paso á paso la carrera artística de la Rosa Pérez, á quien sus contemporáneos elogiaron mucho, diré sólo que esta carrera tuvo súbitamente fin, término y acabamiento, cuando no lo esperaban, ciertamente, los finos apasionados de la actriz, ni el público, que tantas y tantas veces le había aplaudido al verla en escena interpretar los más diversos papeles.
Junto á la puerta principal estaba el mostrador, mugriento y pegajoso; detrás de él, la triple fila de pequeños toneles, coronada por almenas de botellas conteniendo los diversos é innumerables líquidos del establecimiento.
Y cada vez que abría la boca para hablar en su idioma, ya sabían las señoras cuál iba a ser el exordio: «dice il poeta Virgilio...». Y lo que decía il poeta era una historia leída por el obispo meses antes en cualquier periódico católico. Otra relación de cordialidad se establecía diariamente entre los diversos grupos.
En el frente francés flotaba una bandera blanca avanzando hacia nuestro frente. La batalla había concluído. Nuestros soldados se abrazaban con júbilo. Confundíanse los diversos regimientos y los paisanos advenedizos con la tropa. La gente del vecino pueblo de Bailén acudía con cántaros y botijos de agua. Agrupábanse hombres y mujeres junto a los heridos para recogerlos.
Alcanzó á distinguir en diversos lugares de la Galería, entre los esclavos ligeros de ropas que formaban su servidumbre, otros varones encargados de labores menos rudas y que iban con trajes de mujer, lo mismo que el protegido del profesor Flimnap.
Los diversos colores se igualan y hasta se confunden bajo el poder adorable de aquella luz risueña. Es una especie de apoteosis instantánea que atrae y halaga la vista.
Su piel era de un color negro sucio y estaba toda cubierta de raras pinturas y tatuajes de muy diversos colores.
Luego, el muchacho consideraba con no menos devoción todos los recuerdos de gloria que adornaban la casa: coronas de hojas de oro, copas argentinas, desnudeces marmóreas, placas de diversos metales sobre fondo de peluche, en las que brillaba imperecedero el nombre del poeta Labarta. Todo este botín lo había conquistado á punta de verso en los certámenes, como guerrero incansable de las letras.
Elena hablaba con aire distraído, pronunciando palabras faltas de ilación, como si su pensamiento estuviese lejos de allí. Adivinando el ingeniero que la molestaba con su charla, fué en busca de Federico, pero éste tampoco se fijó en su persona, por hallarse muy interesado en describir á un señor los importantes negocios que su amigo Fontenoy iba realizando en diversos lugares de la tierra.
Esta especie de confidencias íntimas empiezan de esta manera: «Durante los primeros años de mi juventud, empecé a escribir un diario exacto de cuanto me ocurrió a mí, o en torno mío, con todas aquellas reflexiones que los diversos acontecimientos de mi vida me sugirieren. Después de largo tiempo, perdí esta costumbre, y quemé los apuntes que tenía hechos.
Palabra del Dia
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