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Actualizado: 14 de mayo de 2025
Mas convencido de que no era error, lanzó otra exclamación más fuerte y al instante se enteraron todos, y Juan Pablo fue objeto de aclamaciones y plácemes, unos sinceros, otros con su poco de bien disimulada envidia. «Hace tiempo que el amigo Villalonga tenía empeño en eso. Hoy ha machacado tanto que no he podido decirle que no». ¡Pero qué callado se lo tenía!
Todos formulaban mentalmente la misma excusa para disculpar su debilidad. ¡Si pillasen en campo raso a aquella gente!... Al pasar frente al Círculo Caballista, aparecieron tras los cristales varias cabezas de jóvenes. Eran señoritos que seguían con inquietud mal disimulada el desfile de los huelguistas.
En la minoría de Carlos II se vió ya, en toda su desnudez, la extraña decadencia de la monarquía española, disimulada hasta entonces por su brillo exterior.
Entonces no llevaré esta vida de pobreza disimulada, de bohemia elegante; no tendré que ceñirme a mi viudedad y a los regalos de mi tía; y seré rica y tú no sufrirás más, no trabajarás, pues te mantendré yo... ¡yo!, ¡tu María Teresa, que será tu mujercita!
Aquella escalera disimulada, la comparaba don Álvaro con esas cajas de cerillas que ostentan la popular leyenda, ¿dónde está la pastora? ¿dónde estaba la escala? Después de verla una vez no se veía otra cosa; pero al que no se la mostraban no se le aparecía ella. No faltaba más que lo peor, persuadir a la Regenta a que abriera el balcón.
Como la catedral está destinada al culto reformado, carece en el interior de todo atractivo, y su desnudez no es disimulada sino por una serie de escudos heráldicos alusivos á la historia de Berna y un órgano monumental que casi rivaliza al de Friburgo. De Berna á Thun. Una reflexion sobre la civilizacion moderna. La villa de Thun. Magnificencias de su lago. Unterseen é Interlaken.
La sonrisa de su padre al hablar con los extraños, tratando asuntos de la calle, era de una tristeza profunda y disimulada; se conocía que no esperaba nada de puertas afuera; no creía en los amigos; temía la maldad, muy generalizada; hablaba mucho a los hijos mayores de la necesidad de pertrecharse contra los amaños del mundo, un enemigo indudablemente.
En lo demás, el mayordomo, fuera de las canas que habían acabado de blanquearle la cabeza, y cierto sello de contrariedad mal disimulada que se pintaba en su fisonomía, era el hombre de siempre, hasta con la misma ropa. La señora marquesa dijo con voz segura, pero mansa y reverentemente, cuando se le autorizó para hablar está servida en el encargo que se dignó encomendarme antes de ayer.
Es un tío lila, ¿sabes?... Se ahoga el infeliz en una tacita de agua. De seguro que ha salido al campo para llorar más á gusto. ¡Para llorar!... ¿Por qué? Porque está celoso de ti. ¡Válgame Dios!... Parece mentira que un buen mozo tenga celos de este pobrecito viejo repuso Velázquez con mal disimulada jactancia. ¡Ya, ya! Es que se fía poco de mi gusto. ¿Tan echao á perder lo tienes?
Eso no es cuenta de usted, don Luis, ni debe preocuparle replicó Tristán con mal disimulada irritación . Si el público no acepta mis juicios, yo sufriré las consecuencias de su desvío. Está usted bien pagado, hijo mío, de sus juicios. Cada uno lo está de sus propias obras por poco que valgan. Las hay que lo merecen y las hay también que merecen ser despreciadas por su mismo autor.
Palabra del Dia
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