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Actualizado: 8 de octubre de 2025


Los alrededores de Amiens son muy bellos por la extensión de los cultivos, las fábricas que se destacan donde quiera en las praderas, las casas de campo pintorescas y variadas, y el vasto panorama que se extiende en todas direcciones casi sin interrupción de inflexiones en el terreno.

Si el interior es muy interesante por sus grandiosas naves, sus capillas, ornamentos y mil curiosidades artísticas, el exterior asombra y encanta por las superiores estatuas y los complicados adornos del portal, de carácter muy complejo, la originalidad de las figuras alegóricas que se destacan en la base de la techumbre, y las formas singularmente atrevidas de la torre calada.

¡Por Santiago! ¡Vaya la linda pareja! ¡cómo le aprieta ella con sus dos brazos, y con qué gracia las mangas verdes de su jubón se destacan sobre el color sombrío de la chaqueta de su amante! ¡Qué fuego en esas pupilas que centellean bajo unas espesas cejas negras! ¡vive Dios! ¡qué miradas! ¡qué talle tan flexible!... ¡que la Virgen bendiga esa complaciente basquiña con largas franjas de raso, que deja ver una pantorrilla fina y redonda y un pie de niña!... ¡Tres veces bendita sea, porque ha dejado ver un momento la liga azul, y su media de seda y el pequeño puñal de Toscana que una verdadera andaluza no abandona jamás!

o el que tiene a la vista esta naturaleza engalanada?: «De las entrañas de América dos raudales se destacan: el Paraná, faz de perlas, y el Uruguay, faz de nácar. Los dos entre bosques corren o entre floridas barrancas, como dos grandes espejos entre marcos de esmeraldas. Salúdanlos en su paso la melancólica pava, el picaflor y jilguero, el zorzal y la torcaza.

Otras, ensanchándose el abra para producir los mas preciosos vallecitos, el rio murmura dulcemente sobre un lecho de guijarros de colores, entre hileras de álamos blancos y árboles frutales, regando risueñas praderitas y sementeras, en cuyo fondo se destacan sobre ondulantes planos inclinados las casas pintorescas de los campesinos.

La vegetacion es siempre uniforme, el cielo igual y la llanura inmensa como un desierto de las pampas orientales; pero el viajero se consuela viendo asomar de trecho en trecho los pobres caseríos que se destacan sobre barrancas pedregosas, ya á la derecha del rio, como los pueblos de San-Cenon, San-Fernando, Santa-Ana y Pinto, ya á la izquierda, como á los de Talaigua y Sambrano.

Así también su dicción poética, con su dulzura y su flexibilidad, y con el vigor de sus imágenes iluminadas por una luz interior, nos trasladan á un paisaje meridional, bajo bosques de palmas y de cipreses, y teniendo por cúpula el azul brillante de un cielo siempre puro; rosas y jazmines se ostentan con las primeras galas de la primavera; dorados frutos se destacan de las verdes hojas, y, en el fondo, se agita un mar sin límites, llenando el alma, con el movimiento acompasado de sus olas, de sueños y poéticas ilusiones.

Al derredor de la capilla y el hospicio se destacan numerosas hospederías, algunas considerables y de bonito aspecto, habitadas por toda una poblacion de señoras nerviosas y gentes enfermizas que van á curarse con sueros, ejercicios y aire puro. No habia ménos de doscientas personas alojadas allí cuando pasamos, y á juzgar por su cordial familiaridad la residencia debia de serles grata.

La senda se estrecha, las graciosas quintas y casas de campo se multiplican á uno y otro lado, rodeadas de jardines y huertos, de olivos y viñedos, todo de una frescura encantadora; el movimiento comercial se hace sentir; las grandes fábricas é ingenios se destacan lanzando de sus altas chimeneas columnas de humo negro que van á desvanecerse en las rocas de las empinadas montañas, y al fin Marsella, la reina del Mediterráneo, se presenta á los ojos del viajero, irregular, agitada como una inmensa colonia de actividad cosmopolita.

Despues de atravesar en las cercanías de Colonia una fértil llanura, sembrada de fábricas y casas campestres, la via penetra en el túnel de Konigsdorf, bajo un cordon de colinas montuosas que separan la hoya particular del Rin de la de su afluente el Erft; corta la hermosa llanura de Horrem, cuya rica vegetacion riegan las aguas de ese riachuelo, y en cuyo horizonte se destacan numerosos castillos de los nobles del país, y toca luego en Düren, ciudad industrial de mas de 8,000 habitantes, notable por sus fábricas de paños y papeles, pero sin gracia en sus contornos ni conjunto.

Palabra del Dia

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