United States or Tokelau ? Vote for the TOP Country of the Week !


En efecto, en efecto, más vale pájaro en mano que buitre volando. -Todavía -respondió don Quijote-, si , Sancho, me dejaras acometer, como yo quería, te hubieran cabido en despojos, por lo menos, la corona de oro de la Emperatriz y las pintadas alas de Cupido, que yo se las quitara al redropelo y te las pusiera en las manos.

El último preguntante fue Sancho, y lo que preguntó fue: ¿Por ventura, cabeza, tendré otro gobierno? ¿Saldré de la estrecheza de escudero? ¿Volveré a ver a mi mujer y a mis hijos? A lo que le respondieron: -Gobernarás en tu casa; y si vuelves a ella, verás a tu mujer y a tus hijos; y, dejando de servir, dejarás de ser escudero.

Pero pronto me repuse, pues había aprendido a dominar mis nervios. Roberto dije, voy a darte un consejo, y después dejarás que me vaya, porque estoy algo cansada. ¡Habla, habla exclamó, haré ciegamente lo que quieras! Y cuando lo miré, no pude impedir exhalar un profundo suspiro de dolor y de júbilo, pues pensaba: «¡Te ha tenido en sus brazos

Infiero yo de lo dicho que, casada ya y con hijos, te he de querer más que de soltera, si sigues queriéndome . Aunque te cases, ¿dejarás de quererme? Nunca dejaré de quererte respondió doña Luz . Yo no me casaré nunca.

¿Va usted esta noche a casa de doña Silvia? preguntole Rubín. Eso pienso. Si sales me dejarás allá, y luego irás a buscarme a las once en punto. Esto contrariaba a Maximiliano, porque le tasaba el tiempo; pero no dijo nada. Y esta tarde, ¿sale usted? preguntó luego deseando que su tía saliese antes de comer, para verificar, mientras ella estuviese fuera, la sustitución de las huchas.

Hace veinte años, retrocedí ante el abismo; ahora me arrojaré á él. ¿No hubo en Roma un ser sublime llamado Curtius que se echó armado en una sima para apaciguar á los dioses? , padrino mío; ese fué el asunto de mi primer concurso para el premio de Roma. Pues bien ¡yo imitaré á ese mártir! Pero, cuando esté en el fondo, ¿no me dejarás solo? Seremos dos para acompañar á usted, para amarle.

La niña fué derecha a sus brazos con una inexplicable emoción, y su voz llorante interrogaba: ¿No te irás, padrino? ¿Nunca te irás? ¿No me dejarás nunca con doña Rebeca? El, absorto, clamó: ¿No la quieres? No, no; ¡qué miedo, qué miedo tan grande! ¿Pero de quién, hija mía? Paró un coche en la portalada, y Carmen sin soltarse del cuello del hidalgo, gimió: Otra vez la nétigua....

5 Y David respondió a Jonatán: He aquí que mañana será nueva luna, y yo acostumbro sentarme con el rey a comer; mas dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día. 6 Si tu padre hiciere mención de , dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir presto a Belén su ciudad, porque todos los de su linaje tienen allá sacrificio aniversario.

21 Y convocaréis en este mismo día; os será santa convocación; ninguna obra servil haréis; estatuto perpetuo en todas vuestras habitaciones por vuestras edades. 22 Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. Yo [soy] el SE

» Ya lo ; pero el amor de un padre no es celoso ni absorbente como el del esposo; lo que para él es una costumbre es para mi necesidad. La Biblia, que es el gran libro de la humanidad, dijo ya hace veinticinco siglos: Dejarás a tus padres para»seguir a tu esposo.