Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


Defendiendo a cierto criminal captó a los jueces con su donaire; pero como el fiscal apelase de la benigna sentencia dictada, el reo fué condenado a muerte, y Luis Vélez a pagar una multa.

Allá en el monte, entre las negras encinas y los tomillos, una escena lamentable ocurre. Millares de señoras enfurecidas zumban y pican, defendiendo el fruto de su maravillosa industria. Y no trate de disculparse el desvergonzado gorrón diciendo que con la miel va á hacer medicinas, y con la cera velas para los santos... «Aquí no se admiten subterfugios.

Vendrías conmigo valerosamente, y a los primeros pasos la escasez de dinero, la falta de consideración de las gentes, el escándalo que dejaríamos a nuestras espaldas, la pérdida de los intereses que estás defendiendo, se encargarían de demostrarnos nuestra locura.

- que la esperaba, mi Sr. Es verdad. Yo no falto. Gracias a Dios, me voy defendiendo, que no es flojo milagro con estas heladas y este pícaro viento Norte, capaz de encajarle una pulmonía al caballo de la Plaza Mayor. Y , Pulido, ten cuidado. ¿Por qué no te vas adentro? Yo soy de bronce, Sr. D. Carlos, y a ni la muerte me quiere.

Los españoles, con poco juicio y mucha ingratitud, echaron de su territorio á Mayu-Pili-ya, el único cacique Taluheche que los estimaba, obligándole á retirarse á tal distancia que no pudiese recibir socorro alguno, expuesto á sus enemigos, hechos tales, defendiendo los territorios de los españoles del resto de sus paisanos y Picunches.

Para defenderse del siamés, entró en amistades con el chino, que le dijo muchos amores, y lo recibió con procesiones y fuegos y fiestas en los ríos, y le llamó «querido hermano». Pero luego que entró en la tierra de Anam, lo quiso mandar como dueño, hace como dos mil años: ¡y dos mil años hace que los anamitas se están defendiendo de los chinos!

Interiormente, la otra voz parecía decir esto: "¡Qué mal lo estoy haciendo! ¡No me aplauden! ¿Qué debo decir ahora?... ¿Trataré éste punto?... No lo trato.... ¿Y aquella idea que antes me ocurrió?... ¡Se me ha escapado!..." Y al mismo tiempo no interrumpía su oración; continuaba defendiendo el club de Zaragoza, explanaba un sistema democrático, y hacía además una breve historia de la República.

¿Y por qué le ha herido? Defendiendo la honra de una mujer. ¡Ah! ¡ah! y... ¿quién es ella? Una dama á quien vuestra majestad y yo apreciamos mucho. Pues no... no acierto. Doña Clara... ¡Ah! ¡! ¡vuestra menina! quiero decir, vuestra dama de honor... porque ya recordaréis que hemos convenido en que es ya muy crecida para menina... la bella y honradísima doña Clara Soldevilla.

Julio, á pesar de la herida, continuó al frente de su sección, defendiendo la fábrica contra fuerzas superiores, hasta que al fin llegaron auxilios y el terreno quedó definitivamente en poder de los franceses. ¿No fué así, hijo mío? terminaba don Marcelo. El hijo asentía, deseoso de que acabase cuanto antes un relato molesto por su persistencia. ; así había sido.

Dejando a las mamás que hablasen entre ellas, tomamos rápidamente la delantera en cuanto estuvimos fuera de la población. Y bien, Magdalena exclamó de repente Francisca, ¿sigues defendiendo a las aiglemontesas? Como las ataques mucho, puede ser. ¡Ah! veo que cedes, caballeresca Magdalena exclamó Francisca triunfante. El otro día te alzabas en los espolones como un gallo inglés.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando