Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
Hay igualmente algunos boscages, que siendo los únicos lugares del centro de las llanuras á donde no alcanzan las aguas, sirven de refugio en la predicha estacion á los reptiles de las cercanías, y á todos los animales salvages que ofrecen entónces fácil y buena caza; pero sucede frecuentemente que los tigres, huyendo tambien de las inundaciones, vienen á buscar allí la segura presa que le brindan las manadas de ciervos de diversas especies, y la cantidad variada de mamíferos; así es que los Indios, careciendo de armas para defenderse, no se atreven á llegar allí cuando están solos, y oyen con espanto los frecuentes bramidos de esos animales feroces.
Si es escudo a todos los que en ella ponen su esperanza, espada con que el Apóstol arma al Cristiano para defenderse y ofender a sus enemigos en toda suerte de tentación, desarmado y por consiguiente vencido y muerto de mano del diablo lo quiere, quien se la quita que no la tenga tan copiosa y tan a la mano, cuanto son muchas y continuas sus tentaciones.
Y a un lado, al través de un bosquecillo de pequeñas palmas, se deslizan cautelosamente seis ú ocho indios armados de sus lanzas, sus cuerdas y sus mazas y dardos, en persecución de un tigre negro, cuyos ojos chispean y en cuyas garras y contracciones musculares se ven las crispaturas del miedo y de la rabia feroz que dominan á ese gran bandido del desierto, cuando se ve atacado y se dispone á destrozar para defenderse.
Aquí tienes al Padre Paulí que es un buenazo con las niñas que no mienten, pero que tiene una correa para castigar á las que son malas y rebeldes. Vamos, Pepita, como si hablases con una amiga; ya sabes que yo para tí, como si lo fuera... ¡Tú tienes un novio! No, Padre dijo Pepita con voz trémula, intentando todavía defenderse.
Y así, según las leyes del maldito duelo, yo puedo estar agraviado, mas no afrentado; porque los niños no sienten, ni las mujeres, ni pueden huir, ni tienen para qué esperar, y lo mesmo los constituidos en la sacra religión, porque estos tres géneros de gente carecen de armas ofensivas y defensivas; y así, aunque naturalmente estén obligados a defenderse, no lo están para ofender a nadie.
En tanto que esto decía Dorotea, aunque Cardenio tenía abrazada a Luscinda, no quitaba los ojos de don Fernando, con determinación de que, si le viese hacer algún movimiento en su perjuicio, procurar defenderse y ofender como mejor pudiese a todos aquellos que en su daño se mostrasen, aunque le costase la vida.
Se consideraba con fuerzas para defenderse de todos ellos... Luego, al arrancarle la razón de su delirio heroico, intentó tranquilizarse con un optimismo falto igualmente de solidez. No vendrían. El no sabía por qué, pero le anunciaba el corazón que los enemigos no llegarían hasta allí.
Por una esquina salía un grupo de niños disparando con la cerbatana semillas de fruta, o tocando a compás en sus pitos de barro, de camino para la escuela, donde aprendían oficios de mano, baile y canto, con sus lecciones de lanza y flecha, y sus horas para la siembra y el cultivo: porque todo hombre ha de aprender a trabajar en el campo, a hacer las cosas con sus propias manos, y a defenderse.
Lázaro trató en aquel momento supremo de desesperación de reunir todo su aplomo para hablar, para defenderse, para gritar, para decir á todos que era inocente, que era un infeliz, un pobre diablo, el último de los seres. No le escuchaban. No podía hablar, ni para defenderse, ni para despreciarlos: se doblegó bajo el peso insoportable de tanta mirada y de tanta cólera.
En la memoria de Gabriel habían abierto un surco hondo, una herida profunda que no se cerraba, que se estremecía con el más leve recuerdo, turbando su calma, haciéndole temblar con el escalofrío del terror. Se había apoderado de la sociedad la locura del miedo y atrepellaba leyes y respetos humanos para defenderse.
Palabra del Dia
Otros Mirando