Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de junio de 2025


Le trataban mal, pero él no se quejaba. Aquellos señores tenían razón para asustarse y defenderse. Comprendía que era merecedor de aquello y algo más; pero ¡qué remedio, si no tenía dinero y deseaba ver a sus hijos! El tren iba limitando su marcha, como si se aproximara a una estación.

Nunca se había visto nada semejante, y Materne, indignado, se avergonzaba del miedo de aquella gente, que, pudiendo defenderse, huían de una manera cobarde por egoísmo y por salvar sus bienes.

En fin, él nombraba con todo ahínco todas las baratijas e instrumentos y pertrechos de guerra con que suele defenderse el asalto de una ciudad, y el molido Sancho, que lo escuchaba y sufría todo, decía entre : ¡Oh, si mi Señor fuese servido que se acabase ya de perder esta ínsula, y me viese yo o muerto o fuera desta grande angustia!

Estos antropiscos eran negros como la tizne, y vivían en manadas o rebaños para defenderse de las fieras. Así fueron extendiéndose por el mundo. Durante la dispersión y emigración, inventaron los idiomas, y de aquí que no puedan reducirse todos a un tipo primitivo.

Ella pensaba pedir á Robledo que le proporcionase los medios de regresar á París, ó cuando menos el dinero necesario para volver á Buenos Aires. Una vez en la gran ciudad sabría defenderse. En su primera juventud se había visto en situaciones iguales ó peores, y conocía por experiencia cómo una mujer enérgica puede salir de los pasos difíciles con más soltura que un hombre.

Que Quevedo no hizo más que ayudar como hidalgo á su amigo, y que don Juan se vió en la necesidad de defenderse. Ni siquiera ha sido un duelo. Pues entonces es necesario formar proceso á Calderón. Aconsejo á vuestra majestad que me permita echar tierra á este negocio. Pues bien, échasela; pon en libertad á don Juan y á Quevedo y que se vayan benditos de Dios á Napóles.

Pero los indios de México jugaban al palo tan bien como el inglés más rubio, o el canario de más espaldas; y no era sólo el defenderse con él lo que sabían, sino jugar con el palo a equilibrios, como los que hacen ahora los japoneses y los moros kabilas. Y ya van cinco pueblos que han hecho lo mismo que los indios: los de Nueva Zelandia, los ingleses, los canarios, los japoneses y los moros.

Creyóse allí por un momento en salvo, pero los alguaciles de don Cándido, que le habían visto, le intimaron á rendirse; el otro intentó defenderse desde el solar, pero á la postre, haciéndose cargo de su situación, saltó á la calle, y allí echóse á los pies del alcalde cuando mandó dispararle, así como á la mujer que en la casa estaba y que resultó ser su esposa, Ana de Córdoba.

Los españoles de Buenos Aires van cada año á estas lagunas con su guardia de soldados para defenderse, y su ganado, de los ataques de los indios, y cargar 200 ó 300 carros de sal. La distancia entre Buenos Aires y estas lagunas es de 150 leguas.

Para defenderse de él, no bastaba la frialdad ingénita contra la seducción por los sentidos, pues aún fingía más astutamente la ternura cariñosa con que se conquista el alma, que la exaltación apasionada con que se vence a la materia.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando