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Actualizado: 2 de octubre de 2025
Iba ésta con la cabeza baja, siguiendo el contorno de la valla, mugiendo como de fastidio por el tormento inútil. Seguíala el espada con la muleta en la mano, deseoso de acabar y temeroso de exponerse, y tras él toda la tropa de ayudantes moviendo sus capotes, como si quisieran convencer al animal con el flameo de los trapos para que doblara las piernas y se acostase.
Estando en traje de penitente, se le leyó su sentencia con méritos, abjuró de levi, y advertido, reprendido y conminado, fue condenado en cuatrocientas libras, en destierro de esta Ciudad y tres leguas en contorno por dos años, uno preciso, el otro a arbitrio del Tribunal y en confinación en la Isla, pena de diez años de Galeras.
Bautizados después los niños, le suplicaron el cacique y los principales fuese á los Jurucarés, que tenían alborotado todo el contorno, saqueando todas los Rancherías y matando á sus moradores.
El lavar la cara, el disfrazarlo todo, el dar á todo un contorno exterior que agrade á los sentidos, la mogiganga parisiense, el inexorable palaustre, ha entrado aquí hasta en la cocina, como dije en otro lugar.
A otro día, al rayar el alba, vinieron todas las mujeres con niños en los brazos para que los bautizase; y habiendo sabido que habían venido allí los indios Curucarecás para ajustar paces con los Manacicas, los hizo llamar, y congregados al pie de la cruz extinguió todo el odio de ambas naciones con una fervorosísima plática y les hizo efectuar con juramento mutua paz y amistad; y para colmo de sus júbilos concurrieron allí también al mismo tiempo los Zoucas, Sosiacas, Iritucas y Zaacas, que la misma noche antecedente tuvieron aviso de su venida; y si se hubiese detenido aquí dos días más hubiera visto gente de otras muchas Rancherías, porque en aquel contorno, por la parte que tira al gran río Marañón, están las tierras muy pobladas; pero sus compañeros, recelando que las lluvias no cerrasen los caminos, quisieron volverse luego, con que se vió precisado el Santo Padre á retirar la mano de aquella mies que ya estaba sazonada para la siega; y despedido de aquel pueblo, que sintió mucho su partida tan imprevista, se previno para dar la vuelta, y queriendo montar á caballo le cerraron en rueda todos los Manacicas para servirle y le quisieron acompañar por largo trecho del camino, con no poca admiración del P. Lucas, que jamás había visto tal cortesía en las otras bárbaras naciones con quienes había tratado.
El montón de oro parecía brillar y crecer bajo su mirada agitada. Se inclinó por fin y tendió la mano hacia adelante, pero en lugar de las monedas duras de contorno familiar y resistente, sus dedos encontraron rizos sedosos y cálidos.
Pimentó no podía retornar contra él, pero tenía amigos. Y dominado por súbito terror, echó á correr, buscando á través de los campos el camino que conducía á su barraca. La vega se estremecía de alarma. Los cuatro tiros en medio de la noche habían puesto en conmoción á todo el contorno.
Levantéme y volví á caer de nuevo sobre el banco de piedra, clavando una mirada estúpida en las tinieblas en que entreveía vagamente el contorno de la joven. Una sola idea se me ocurrió, pero una idea terrible; era que el miedo y el pesar la turbaran el cerebro y que fuera á enloquecer. ¡Margarita! exclamé sin saber lo que decía. Esta palabra acabó sin duda de irritarla.
Pero yo no soy malo del todo, Salvador; yo soy lo mejorcito de la familia, ¿sabes?, y me dije: yo, a esta chiquilla la hago desgraciada si me quedo aquí...; yo pierdo a esta niña, porque en el más honrado de los casos, casándome con ella, la pierdo...: ¡valiente marido haría yo, prendado cada semana de una moza del contorno!... ¿No sabes tú que yo me enamoro todas las semanas?... Pues sí, hijo, no lo puedo remediar.... Ya ves, amando a Carmencita por todo lo alto, me amartelé atrozmente con Rosa la del Molino.... ¿La conoces?
Casi no se distinguían imágenes, confesionarios, puertas, pinturas, ni tapices; los bultos y las líneas, perdidos la forma y el contorno, estaban ofuscados por un fulgor que, a pesar de su intensidad, recordaba la palidez enfermiza y triste de la cera.
Palabra del Dia
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