Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de julio de 2025


Los últimos momentos, decía, fueron tan dulces como apacibles; no sufrió un solo minuto de agonía; algunos instantes después de haberme yo retirado, dijo a la asistenta: «¿Por qué no os acostáisElla entonces hizo ver que la complacía, ocultándose detrás de la cama; desde allí pudo observar perfectamente cómo besaba Susana el pequeño crucifijo; luego oyó algunos suspiros, más profundos que los anteriores; fueron los últimos... Serían como las diez, pero las sirvientas acordaron no decir nada en toda la noche, puesto que la pobre Susana ya para nada necesitaba nuestros consuelos, estando, como debía estar, en la mansión de los justos.

Fuiste la delicia de nuestros difuntos abuelos; dasnos, en el tiempo presente, un dulzor de consuelos, que son para el alma cual riego en muriente jardín; y serás mañana de toda una raza la gloria cuando, con tu música, su toque marcial de victoria a los cuatro vientos un libre y sonoro clarín... Héla ahí: fino el cristal, tembloroso, musical. Héla ahí: fino el cristal.

Los consuelos y las predicciones del aya le habían hecho esperar que su existencia sería menos amarga en el convento que en el castillo de Orsdael. La viuda salió después de abrazar tiernamente a Elena. Apenas hubo Marta cerrado la puerta, la expresión de su rostro cambió por completo.

Era conductor de pasaje y de correo; por lo tanto, el que no esperaba abrazar á un ser querido, aguardaba los consoladores lenitivos que latentemente sostienen en las ausencias pedazos de papel á los cuales se les da vida al correr la pluma, de cuyos puntos se van desprendiendo consuelos y esperanzas. En vista de la tardanza salió otro correo. Este volvió, más ... nada sabía del Malespina.

Ni por esas. Mientras más consuelos le daba Belén, más inconsolable estaba la otra, y más caudaloso era el río de sus lágrimas. Sor Antonia, la madre que gobernaba allí, se despertó, y para disimular su descuido, dio una fuerte voz, sin incomodarse mucho con las durmientes y añadiendo que hacía un calor horrible.

»La que yo le relataba, no podía tener en mis labios más que un objeto solo: el de dársela a conocer como una desventura mía, necesitada del dictamen sesudo y de los consuelos cariñosos y desinteresados de «un buen amigo». Mi derecho no alcanzaba a más..., ni siquiera a disminuir un poco los motivos que yo tenía para sentir allá dentro, muy adentró, el frío de aquella inalterable serenidad, por más que este detalle fuera suceso previsto como posible en mi programa.

Hago omisión de las heridas secretas, innumerables, infinitas: no eran nada comparadas con los consuelos que en seguida las curaban. En resumen, era feliz o me parecía serlo si la dicha consiste en vivir rápidamente, en amar con todas sus fuerzas sin causa alguna de arrepentimiento y sin esperanza. El señor De Nièvres era cazador, y a él se debe el que yo haya llegado a serlo.

La criada intentó tranquilizarla; pero los consuelos verbales la irritaban más. A eso de las nueve, la dolorida se levantó con resolución del sofá en que se había echado, y a tientas, porque el gabinete estaba oscurísimo, buscó su mantón. «Ya verán, ya verán» murmuraba en su agitación epiléptica; y a tientas buscó también las botas y se las puso.

Era vieja la una, y no la aquejaba al parecer nada; la otra era moza, linda, y tenia trazas de estar muy apesadumbrada: suspiraba, y lloraba, y eso mismo le daba mas gracia. Baxó, y se acercó á la Ninivita jóven, con ánimo de darle prudentes consuelos.

La niña recibió los consuelos del sacerdote y los de las demás personas que la acompañaban, sin contestar ya una palabra. Continuaba del mismo modo pálida, descompuesta, los ojos fijos y sin mover un dedo siquiera. Aquella inmovilidad llegó a inspirar temor, y fueron a avisar a su padre.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando