Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de mayo de 2025


Surgía de su cabellera negra peinada a la diabla, con gracioso descuido; de su cuerpo esbelto, del revoloteo de sus faldas. Era una esencia sobrenatural que seguramente no podía comprarse en perfumería alguna, que tal vez era un engaño de la imaginación, pero se le subía a la cabeza como el más fuerte de los vinos. Ninguna mujer, al pasar junto a Maltrana, olía así.

Su honesto trato con Obdulia, que vino del conocimiento con Doña Paca y de las relaciones comerciales de las viejas cereras con el funerario, suegro de la niña, si llevó al espíritu de Ponte el consuelo de la concordancia de ideas, gustos y aficiones, le puso en el grave compromiso de desatender las necesidades de boca para comprarse unas botas nuevas, pues las que por entonces prestaban servicio exclusivo hallábanse horrorosamente desfiguradas, y por todo pasaba el menesteroso, menos por entrar con feo pie en las regiones de lo ideal.

Pues la han enviado á su pueblo con todo lo necesario para comprarse unos terruños y un par de vacas. Me han dicho que la echó doña Cristina, después de una escena algo fuerte... Pepita parece embobada ante Urquiola. Tal vez no le tenga gran voluntad, pero la mamá los aproxima, y ya verás como esto acaba en boda.

La multitud abrió paso, y veloces, con ciego impulso, como espoleadas por el terror, pasaron una docena de muchachas despeinadas, greñudas, en chancleta, con la sucia faldilla casi suelta y llevando en sus manos, extendidas instintivamente para abatir obstáculos, un par de medias de algodón, tres limones, unos manojos de perejil, peines de cuerno, los artículos, en fin, que pueden comprarse con pocos céntimos en cualquier encrucijada.

El catedrático no quería esplicar menos que por aquel autor y Basilio no tenía dinero bastante para comprarse la obra, pues, con el pretesto de que estaba prohibida por la censura de Manila y había que sobornar á muchos empleados para introducirla, los libreros pedían elevados precios.

La influencia de D. Pantaleón se sentía en todos los momentos y se extendía a los pormenores más insignificantes de la vida doméstica. Para salir a tiendas, para ir a paseo, para comprarse unas botas, para suscribirse al periódico de modas, para cambiar de panadero, se necesitaba acudir a su autoridad suprema. Mario la encontraba asfixiante, pero se sometía.

Esto es, que damos cincuenta o sesenta botellas por una del mismo líquido, con la ligera modificación del alquimista o boticario. ¿Qué mar de vino, qué rió de aceite no tendrá que gastar cualquiera rica dama andaluza para comprar un vestido de casa de Worth? Pues ¿si la dama es de Almería y tiene que comprarse el vestido de Worth con el producto del esparto?

Con esos veinte pesos, o quince, o diez, o menos, que eso ganará, porque usted no peca de pródigo, no le alcanzará para comprarse un par de botines. Cuando más para sostener ese lujo de corbatas chillonas con las cuales anda tan majo, rondando la casa de la señorita Fernández.... Le oía yo desde la otra pieza, y sin embargo, me sonrojé.

Soledad empezó á coser en una sastrería; pero su jornal era tan exiguo que apenas si con él podía comprarse un vestidito de percal y calzar pasablemente. Aquí era donde le dolía á la mocita. Las andaluzas sufren sin pena el ir vestidas con cualquier trapillo; pero viven infelices si no llevan una media bien limpia y un zapato fino y ajustado.

En esto se le van los cuartos decía el Vara de palo con acento de bondadosa reconvención . Nunca tendrá un céntimo. Apenas coge la paga, ¡a pedir más papelotes a Madrid! Más le valdría, don Luis, comprarse un sombrero nuevo, aunque fuese modestito, para que los señores del coro no se burlasen de la cobertura que lleva en la cabeza.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando