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Actualizado: 16 de mayo de 2025
Llegamos al portal, los lacayos nos cobijaron con una mirada maestra; no vieron bulto ni cosa alguna que lo valiese; se convencieron de que nada habiamos comprado, de que habiamos sido inútiles á sus señores, de que la librea habia sido nula, y creyeron prudente ó estratégico retirar el saludo. ¡Gracias á Dios! Ya estamos en la calle de Richelieu.
Pero entre tanto desatino amoroso, entre tanto deleite comprado, ni un solo latido de verdadera pasión.
En esta, dando una prueba de exquisita honradez, puso el importe de los cigarros que con el dinero de Isidora se había comprado. Capítulo III Entreacto con la Iglesia Un mes no completo había transcurrido de esta vida honrada y económica, sin que Isidora pudiera llegar a decidir en qué profesión, arte u oficio había de emplear su talento y ganas de ponerse al trabajo.
Tú enfin llevarás la palma De mas verdadero amigo, Yo á desculparme contigo Enviaré bien presto el alma: Y tan presto, que el afan A morir me llama y tira, En dando á mi dulce Lira Este tan amargo pan: Pan ganado de enemigos, Pero no ha sido ganado, Sino con sangre comprado De dos sin ventura amigos. Sale LIRA con alguna ropa, como que la lleva á quemar, y dice: LIRA.
No había podido venir antes porque tenía una lección en aquella misma hora y tuvo luego que ir a casa por aquel encarguito. El encarguito, que se apresuró a destapar, era nada menos que un barómetro con caja de madera barnizada, que ofrecía a su amigo como regalo de boda. Lo había comprado en un bazar, le había costado seis duros y había estado dos meses privándose de café para ello.
Es probable que así sea, pues no los conozco; sólo sé lo que valen el palacio y los jardines de la Alhambra que había comprado en la ciudad; los inmensos dominios y las ricas granjas que había adquirido en la provincia de Granada, y en la de Valencia. Todo eso, padre mío, pertenecía y pertenece aún a su esposo. ¡Casarse un cuarto de hora antes de morir!... ¡No podía esperar yo semejante cosa!
19 Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me des por excusado. 20 Y el otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21 Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de la familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
Es posible, solo que como no tengo casa... ¡Haber comprado la de Capitan Tiago que consiguió por nada el señor Pelaez! Simoun se había callado y desde entonces le vieron á menudo en el almacen de don Timoteo Pelaez, con quien se dijo que se había asociado.
A la derecha, hay unos cisnes sumergiéndose en el agua; a la izquierda, una barca con dos jóvenes campesinos. Lo he comprado por la delicadeza del colorido tan sólo... Al señor Duque le gustan por lo visto los buenos cuadros dijo don Rufo plegando la boca hasta las orejas para sonreir. ¿Y a quién no le gustan? respondió el magnate clavando en él sus ojos muertos de besugo.
LUCY. ¡Al contrario...! Quiero que dure... ¡Y no por los regalos...! Es que cuando se puede tener todo ya no se desea nada. Deseo que me ame porque yo le haré agradable la vida. Y, para que se sienta satisfecho en su casa, es preciso que tenga una casa satisfactoria. Hemos comprado un pequeño palacio en la calle de la Faisanderie, y me ha confiado el cuidado de arreglarlo.
Palabra del Dia
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