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Actualizado: 16 de junio de 2025
V. las Notas de Cerda á la Diana enamorada, de Gil Polo: Madrid, 1802; págs. 515 y siguientes. V. á Lope de Vega, Arcadia. V. Dorotea. V. Laurel de Apolo. Cervantes, Viaje al Parnaso. Rojas, Loa de la Comedia. V. 1 Donado Hablador, pág. 534, Autores castellanos Rivadeneyra, Novelistas posteriores á Cervantes.
Estas fueron siete galeras y cuatro galeotas; del resto se perdieron de 28 hasta 30 galeras de cristianos, entre las cuales se perdió la Capitana de Sicilia, donde se halló D. Gastón de la Cerda, hijo segundo de Su Excelencia, y D. Berenguer de Requesens, Capitán general de las dichas galeras de Sicilia; D. Juan de Cardona, su yerno, y otros muchos gentiles-hombres de casa de Su Excelencia, y una señora dueña, la cual tenía cargo de tener cuenta del dicho D. Gastón, y por este efecto se hallaron en la dicha jornada sus personas y sus galeras y sus hijos.
No soy su administrador, sino su ayuda de cámara. ¿Viaja por negocios? No creo que los tenga. ¿Viaja por su salud? La tiene muy buena. ¿Viaja de incógnito? No, señor: con su nombre y apellido. ¿Y se llama?... Don Carlos de la Cerda ¡Ilustre nombre, por cierto! exclamó el pintor. El mío es Pedro de Guzmán dijo el criado , y soy muy servidor de ustedes.
Eso dirá interrumpió la dueña; pero yo recuerdo haber oído afirmar al señor canónigo Miguel de la Higuera, gran sabidor de abolengos, que los señores de San Vicente eran de muy antigua casa, que guerreó mucho con los moros, y vienen de una María de la Cerda, y cuentan con dos condestables de Castilla, y tienen sus armas pintadas en los sitiales de la capilla mayor de San Vicente de esta ciudad. ¿Acaso no va predicando la alteza de la casta el mesmo continente de don Gonzalo? ¿Viose nunca un mancebo más cortés, más bizarro? ¿Cuál otro más diestro en las armas, cuál otro danza y tañe como él?
El campilan, arma que usa con preferencia, mantiene en el puño una especie de cola formada por mechones de cerda, y en su danza guerrera vuelve rápidamente la hoja, presentando á la vista del enemigo, para aturdirle, aquel largo penacho que se agita, con cuya operación llama la atención del enemigo, le aturde y cuando le encuentra descubierto le ataca con increible rapidez.
81 No salvan de su juror ni los pobres angelitos; viejos, mozos y chiquitos los mata del mesmo modo: que el indio lo arregla todo con la lanza y con gritos. 82 Tiemblan las carnes al verlo volando al viento la cerda, la rienda en la mano izquierda y la lanza en la derecha; ande enderieza abre brecha pues no hay lanzazo que pierda.
Juan de Cardona. Fadrique de Cardona. Gastón de la Cerda, hijo del Duque de Medinaceli . General, D. Álvaro de Sande. El Obispo de Mallorca. Maestre de campo, Bernardo de Aldana. Ingeniero, Antonio Conde. Médico del Duque, el Licenciado Bernardo. Capellán de D. Álvaro, Carnero. Baltasar Mediavilla. Alfonso de Pallar. Sargento mayor, Maroto. Coronel, Pedro del Más. Capitanes, Sciana Smeraldo.
Mira de Mescua, capellán de los Reyes de Granada; el licenciado Mejía de la Cerda, relator de la Chancillería de Valladolid; el licenciado Navarro, colegial de Salamanca; D. Francisco Quevedo Villegas, caballero de la Orden de Santiago, señor de la villa de la Torre de Juan Abad; Luis Vélez de Guevara, gentilhombre del conde de Saldaña; D. Luis de Gonzaga, prebendado de la Santa Iglesia de Córdoba, y Lope de Vega Carpio, secretario del duque de Alba y del conde de Lemos.
Nada le solía faltar. ¡Ahijuna!, Para tragar tenía un buche de ñandú; la gente le dio en llamar el boliche de virtú. 118 Aunque es justo que quien vende algún poquito muerda, tiraba tanto la cuerda que, con sus cuatro limetas él cargaba las carretas de plumas, cueros y cerda.
Hablaba con entusiasmo de la operación de herrar, que don Fernando no había visto nunca. Los yegüerizos echaban sus lazos de cerda a los potros indómitos, sujetándolos por las orejas, mientras se calentaba el hierro en un fuego de boñiga seca; y al estar la marca al rojo, ¡zas!, se la aplicaban al costado, quemándose los pelos y quedando la piel señalada para siempre con la cruz y la media luna.
Palabra del Dia
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